Quería la vida, y también quería Dios, que la niña cumpliera los años cuando se acababa agosto… Los cumplía el primero de septiembre. De ese mes que es tan bello, tan sereno!
La abuela siempre quería reivindicar la hermosura de septiembre… Tan dorado. Tan generoso en luz. Tan cálido y cariñoso! El del regreso a la vida de escuela y normalidad, el noveno del año, el de tardes exquisitas!
Y mientras agosto se iba deslizando hacia sus finales, con el mar de plata y la arena acogedora, Lourdes, que sí adoraba septiembre, iba soñando la llegada de su cumpleaños! Día tan feliz siempre!
Dedicado a Marta, que cumple el 1
Dedicado a Lourdes, a pocos días del 1
Dedicado a la vida
Dedicado a Luis Carrasco