Claroscuro, por: Francisco López Vargas.
En la frontera norte el crimen organizado genera el
caos en tres ciudades de Baja California, en el centro del país Jalisco,
Chihuahua, Michoacán y Guanajuato se queman, destruyen y exhiben su
criminalidad sin límites los delincuentes en varias ciudades mientras en el
Golfo de México trabajadores repelen con extinguidores los ataques de unos
piratas que querían desvalijar la plataforma en que laboran.
Mientras, un helicóptero de la Marina aterriza en un
campo de béisbol llevando como pasajero estrella a la mascota del equipo de un
hermano del presidente, porque el equipo llegó a pleiofs y eso, dice el presidente,
es muy importante. Quizá más que sobre volar en el Golfo para inhibir a los
piratas que hoy asuelan todos los días las plataformas que trabajan para Pemex.
No hay que ser un genio para entender que el país arde
en todos sus territorios. México padece un crimen organizado, no de hoy, pero
si consentido ahora desde el poder Ejecutivo mientras los ciudadanos enfrentan
la peor crisis política y económica de los años recientes.
El sexenio no ha terminado y ya reina el caos mientras
el presidente está a punto de decretar un Estado de Sitio mientras destruye
instituciones y se refugia en el Ejército. Nada bueno se puede avizorar en el
futuro de México y lo peor es que la sociedad civil está perpleja ante la
anarquía y el caos que sólo beneficia al poder, mientras el presidente y los
gobernadores de Morena se atreven a festejar su triunfo “democrático” mientras
destruyen las instituciones electorales que les dieron y legitimaron su
victoria.
López Obrador sí es un peligro para el país y más para
los mexicanos que siguen pensado que gobernar es un tema de popularidad y
aceptación y no de resultados y de aplicar la ley. Ya basta! Exijamos
resultados que para eso les pagamos!
Mientras, la alcaldesa de Tijuana pide a los
delincuentes que cobren a los que les deben no a los ciudadanos, a su lado y
detrás de ella vemos a militares consintiendo la propuesta.
La incapacidad y la falta de autoridad llega a estos
excesos mientras los ciudadanos, impávidos vemos con resignación un gobierno
que ofreció resarcir el poco crecimiento que tuvimos por sexenios pero en su
incapacidad sólo acredita que lo más sencillo es echarle la culpa a quienes lo
antecedieron.
Así transcurre un día normal en este país en el que 16
de los estados han sido reportados como alerta para las autoridades canadiense
y estadounidense que no pueden, el gobierno mexicano menos, garantizarle en
ellos la seguridad a sus ciudadanos y, por ende, les piden no viajar a tales
sitios.
La declaratoria de ambas naciones coincide con el duro
diagnóstico del Comando Norte de Estados Unidos: más de una tercera parte del
país está coptada por el narco decía en marzo del año pasado y hoy vemos con
claridad que la cifra ha crecido a la mitad del territorio nacional: 16 de 32
entidades.
Con 1.8 millones de migrantes mexicanos detenidos en
la frontera con Estados Unidos, las han aumentado principalmente huyendo de la
pobreza y la delincuencia: diario detienen a 1,426 para esa cifra que llega
casi a los dos millones. 59 personas por hora para un aumento de 120 por ciento
en el gobierno de López Obrador.
En México se vive un infierno: el pasado fin de semana
341 personas fueron asesinadas y las detenciones de este periodo llegaron a
3,630 personas por ilícitos del fueron común y federal.
Mientras, en Campeche, las cuentas claras no llegan.
En el primer informe de gobierno no se detalla en que se invirtieron esos 22
mil millones de pesos asignados al presupuesto 2022 pero todos vieron las
capacidades histriónicas de quien gobierna Campeche quien anuncia que por las
“pavadas” de un juez ahora seguirá transmitiendo sus audios obtenidos de manera
ilegal en sus cuentas personales ante la prohibición de usar fondos públicos
para violentar la ley.
Mal y de malas cuando se juramenta sobre la
constitución para protegerla y cumplirla y se es la primera en violentarla. En
fin, mientras el país arde, ellos se la pasan en venganzas políticas que sólo
sirven para sustentar un estado autoritario que no sólo no da resultados sino
que atropella a quienes piensan diferente.
Mientras el país se incendia y Campeche sigue sin
resolver la falta de inversión, de empleo, su inseguridad y altísima,
inflación, desde el gobierno se organiza una fiesta para celebrar ¿celebrar qué?
Mal y de malas cuando la prioridad es el culto a la
personalidad de quien gobierna y se privilegian los proyectos de la federación
mientras a la entidad se le recortan $700 millones de un presupuesto exiguo que
no se destina para reactivar la economía ni para la generación de empleo.
Las cifras ahí están, son esas que presumieron y que
reflejan la mediocridad de un gobierno que sólo llegó a serlo sin considerar
que dos terceras partes de la población no validaron su proyecto y el desprecio
se exuda a diario con críticas que evidencian el desprecio por quienes no
terminan de aceptar la mediocridad como forma de vida.
Gobiernos van y gobiernos vienen pero el que ofreció
ser distinto lo es porque no da resultados ni escucha el clamor popular que
grita su hartazgo y desesperación por la ausencia de un gobierno que le
resuelva sus urgencias.
Campeche seguirá incendiado en el ánimo hasta que se
entienda que sólo en la reconciliación se podrán dar frutos, antes no y sólo se
contagiará la mediocridad hasta a quienes ayer eran las figuras más sólidas de
ese gabinete.
Al tiempo…
