En un agujero en el suelo había un billete de cien euros. Eso sucedía en una localidad de España de cuyo nombre sí me acuerdo y sí quiero acordarme… Pero ese nombre pertenece a otra historia, que merece ser contada en otra ocasión..
En ese agujero del suelo el abuelo, que era dulce como un beso en tarde de marzo, había escondido el billete. Para jugar con su nieto. Al que dedicaba tiempo, explicaba juegos, contaba cuentos. No le ofrecía una tablet y adiós!
Se entretuvieron toda la tarde. Fue un juego con pistas culturales. Qué importante es la cultura en nuestros días! Siempre lo es, y ahora más. Y, cuando el niño encontró el billete, la alegría fue la misma que había reinado todo el tiempo. El dinero no es todo!
Con aquella cantidad el pequeño adquirió dos entradas para los toros. Le encantaba la Fiesta. Desde que lo llevaron por vez primera, con un año! Sí a los niños en los toros! Iría a El Puerto de Santa María. Con su abuelo. A aplaudir a El Juli…
Dedicado a los abuelos: joya y tesoro
A mi abuela, cuánto tiempo nos dedicó!
A Juli
A la familia de Juli, en especial “las Manuelas”
Al toreo
A los niños taurinos
A mi querido Luis
A la cultura
A El hobbit
A El Quijote
A los héroes: hobbits y quijotes actuales, de alma y de romanticismo. Por ello la historia se ha contado así
