La Revista

De la censura a la mentira

Carlos Ramos Padilla
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Por: Carlos Ramos Padilla

Las interpretaciones y declaraciones presidenciales toda vez
son más temerarias y agresivas. El pasado 11 de octubre AMLO abrió una puerta
ya difícil de cerrar, sin pudor reveló que hay directivos de medios de
comunicación que le han ofrecido sacudirse a algunos periodistas incómodos a su
gobierno. Incluso este martes el mandatario en un tono de baja monta señaló
que: “ah saben qué, pregúntenle cuánto destinan, eeeeh, a pagar chayotes,
jajajaja”. Y fue más allá: “y no es sólo el chayote, es que los tienen a su
disposición, los tienen como empleados a muchos. Jueces que están al servicio
de organizaciones crimínales o de delincuentes de cuello blanco o de
potentados. Ya lo hemos visto muchas veces”. Una vez más, sin fundamentos, sin
pruebas, sin consistencia, tanto para hablar de periodistas, de concesionarios
o jueces, generalizó sin exhibir con detalle las irregularidades y los oscuros
convenios. Argumentar que no hay censura es una mentira si recordamos que ya
son más de 74 los profesionales de la comunicación asesinados y muchos
despedidos de sus empleos o cómo ocurrió con Ciro Gómez Leyva que han sufrido
atentados contra su vida. AMLO ataca consistentemente a líderes de opinión o a
medios que son críticos o no afines a sus disposiciones, pero no se atreve a denunciarlos,
únicamente lanza la diatriba del desprestigio. El Ejecutivo ha dicho: “Hay
veces que vienen algunos dueños de medios de información, muy importantes por
su poder económico y para buscar ¿no? que se les dé un trato privilegiado.
Insinúan que, si tenemos un periodista incómodo, un conductor de radio, de
televisión, un columnista que no nos agrade, con una simple señal con un gesto
bastaría para que se deshicieran de él, que lo corrieran”. En una rápida
revisión se observa cómo medios de información han ajustado sus contenidos y a
colaboradores. Usando la bajeza de términos, no solo no reciben chayote, sino
que se les castiga o premia con presupuestos para campañas políticas o
encuestas amañadas. Cómo se ha solicitado una y otra vez, resulta urgente y
necesario que el presidente dé a conocer a los personajes que negocian
estabilidad a cambio de operar la guillotina contra profesionales de la
información. Ahí tenemos su sección “quién es quién en las mentiras” en donde
se establece un paredón público para denunciar a todos aquellos que según el
gobierno no cumplen con la ética profesional. Varios colegas viven en el exilio
ante la amenaza no de perder el empleo, sino la vida, y algunos que en la mañanera
le han solicitado abiertamente al presidente protección, a las horas aparecen
asesinados. Descubrir atropellos, abusos, sobornos, extorsiones o corrupción de
funcionarios públicos no representa ni un acto de traición ni mucho menos de
cerrar filas con “conservadores” o “neoliberales”. Lo importante de todo esto es que presidente
de la República ha empeñado su palabra y compromiso de que la remoción de
periodistas no será tolerada. Y también de este lado de las teclas es menester
señalar a quienes con el arropamiento del poder practican la censura o el cierre
de espacios. Respetar a la libre expresión y a la crítica sería, fundamentada y
con respeto es un acto propio de bien nacidos. Pero todo esto resulta en una
tarea cotidiana, obligada y de riesgo que recibe una respuesta simplista y
nuevamente hueca de información: “yo tengo otros datos”.

 

*Conductor del programa VaEnSerio mexiquensetv canal 34.2,
izzi 135 y mexiquense radio.

Carlos Ramos Padilla
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