Facetas de México, por: Pascacio Taboada Cortina/Jorge Martínez Cedillo.
- El pueblo no acude a tiendas de autoservicio
- La libre importación de alimentos, rompe con sistemas fito y zoosanitarios que han costado mucho tiempo, trabajo y dinero a los mexicanos
- En este tipo de acuerdos, muchos nos preguntamos, ¿dónde están los secretarios de Economía y de Agricultura”, que no se escuchan sus propuestas y gestión de acuerdos?
El decreto del Poder Ejecutivo publicado en el Diario Oficial
de la Federación hace unos días, a fin de contrarrestar el proceso inflacionario
de la “canasta básica”, que ya llegó a un promedio anualizado de la economía
nacional, de 8.53 por ciento reconocido (contra 2-3 por ciento del gobierno
anterior) no beneficiará de manera fundamental al grueso de la población
mexicana, ocupante de grupos sociales de clase media para abajo, de acuerdo con
presentaciones de analistas especializados en el comportamiento de la economía
mexicana.
Si bien el proceso inflacionario en México, tiene que ver en
cierta medida con las condiciones de escasez de alimentos en el mundo, agravado
sin exagerar por la guerra de Ucrania y Rusia, lo que ha reducido la producción
agrícola de países de América Latina (México un ejemplo) es la dependencia que
se ha tenido en los fertilizantes nitrogenados de Rusia, y también en cuanto a
la disponibilidad de trigo de Ucrania. Estas dos condiciones han impulsado
aumentos desmedidos de precios en el proceso de producción – consumo.
Aunado a lo anterior, hay que señalar que el gobierno de
López Obrador, no se ha distinguido por impulsar precisamente la producción
agropecuaria y alimentaria. Como es característica en la fijación del
Presupuesto de Egresos de la Federación para cada una de las dependencias
gubernamentales, por obligación aprobado por diputados del Congreso, conforme
transcurre el año de ejercicio, se dan reducciones e incumplimiento de los
programas oficiales. Estos recursos fiscales son transferidos para obras
prioritarias del presidente de la República y, en gran medida, para el
Ejército, Marina y Guardia Nacional.
Con relación al decreto presidencial, anunciado por el
presidente López Obrador y formalizado por el secretario de Hacienda, Rogelio
Ramírez de la O, facilitará que los alimentos de importación entren al país
libres de aranceles y sin las medidas fito y zoosanitarias, lo cual representa
un alto riesgo de que se introduzcan a territorio mexicano plagas y
enfermedades de la agricultura y la ganadería mexicanas, erradicadas hace
muchos años.
El combate, control y erradicación de plagas y enfermedades de
la agricultura y ganadería, ha costado muchos años de trabajo, esfuerzos
internacionales y dinero para liberar al país, por ejemplo, de “Mosca del
Mediterráneo”, que afecta a más de 200 productos vegetales; se ha impedido la
introducción de la “Fiebre Porcina Africana” y otras enfermedades de las aves,
que podrían convertirse en azote de la agricultura y ganadería mexicanas.
Por otra parte, en estos tiempos de “cuarta transformación”,
se dan atropellos en las funciones y responsabilidades de secretarios de
Estado. Cuando normalmente eran los titulares de Economía y de Agricultura los
responsables de gestionar y celebrar convenios de cooperación y de intercambio
comercial en materia alimentaria, ahora es el secretario de Hacienda, apoyado
por el de Relaciones Exteriores, los que “meten su cuchara” en materia de
importaciones y exportaciones de alimentos.
Un botón: Marcelo Ebrard, titular de SRE, ofreció, en
Morelia, a empresarios de Michoacán: “trabajar para que no se ponga en riesgo
la integridad fitosanitaria de México por el decreto presidencial”, perooo el
tema se lo llevaría para la ciudad de México a plantearlo a las autoridades
correspondientes. En estos casos y en otros muchos, cabe la pregunta: ¿En dónde
están los secretarios de Economía y de Agricultura, para que cumplan con sus
responsabilidades?
El decreto de referencia, “no define las reglas de operación
ni la parte fundamental, que es contener la inflación”. En el DOF solamente se
publica una lista de insumos a granel, no de productos finales. Esto complicaría
la intervención de la Profeco, en el concepto de vigilar que los precios de la
“canasta básica” se respeten.
Consultores de Mercados, opinan que, “si bien el padrón de
importadores permitirá que cualquier empresa realice la libre importación si
cumple con ciertas condiciones, esta medida beneficiará a un reducido número de
compañías, y dejará fuera a mercados tradicionales donde se surten de
mercancías y toda clase de alimentos de los mexicanos, como son más de 400
mercados establecidos, más de 500 tianguis y tortillerías tradicionales. Esto,
porque el pueblo no acude a comprar sus alimentos básicos a las tiendas de
autoservicio.
Será necesario que las instancias de gobierno comprometidas
en el proceso de cumplimiento del decreto señalado, publiquen las Reglas de
Operación, para que se defina un padrón definitivo para importaciones y
exportaciones.