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Del quinqué a las aeronaves, un aliado contra el Cambio Climático

Raul Monforte González
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Construyendo, por: 

Raúl Asís Monforte González.

Si tienes la edad suficiente, probablemente te tocó alguna vez ajustar, haciendo girar una ruedita metálica, la altura
de aquella mecha plana que se humedecía con el combustible del depósito inferior, para regular la intensidad de
la luz que emitía el quinqué a través de su pantalla de vidrio, que tenía un abultamiento que terminaba hacia arriba
en una chimenea más estrecha. 

Llamado así por algunas mejoras que le introdujo el farmacéutico parisino Antoine-Arnoult Quinquet, el quinqué
desplazó con rapidez a las lámparas de aceite de ballena, ya que iluminaba mucho mejor el hogar. Era la iluminación
normalmente usada hasta mediados del siglo XIX en todo el mundo, y probablemente hasta hoy sobreviva en
algunas casas uno de estos dispositivos, listo para entrar en acción cuando un desperfecto en las líneas de CFE nos
deja sin servicio de electricidad. 

El combustible que humedecía la mecha, era el queroseno, también llamado en México petróleo diáfano, un líquido
transparente que se obtiene de la destilación del petróleo, que tiene una densidad intermedia entre la gasolina y
el diésel. En la actualidad se usa como combustible en aviones y se le llama turbosina. 

Todos sabemos ya, que la quema de combustibles fósiles es la principal causa de la emisión, cada 24 horas, de 152
millones de toneladas de contaminación de origen humano causante de cambio climático. James Edward Hansen,
físico y climatólogo estadounidense, quien hasta 2013 dirigió el Instituto Goddard para Estudios Espaciales de la
NASA, afirma que la energía calorífica atrapada por esa contaminación, equivale a hacer explotar cada día, 500,000
bombas atómicas de primera generación, como la Little Boy y la Fat Man detonadas el 6 y el 9 de aosto de 1945
sobre Hiroshima y Nagasaki respectivamente. 

Esto nos da una idea de lo gigantesco que resulta el desafío de la emergencia climática, y clarifica el motivo por el
cual debemos incrementar la ambición de las metas, y la velocidad a la que implementamos las acciones
encaminadas a lograr la neutralidad de carbono antes del año 2050. 

Mientras avanzamos con firmeza en la instalación de paneles solares en nuestras azoteas, y cambiamos a
automóviles híbridos y eléctricos cero emisiones, hay sectores en los que la transición a energéticos
completamente limpios es mas compleja y podría tomar más tiempo. 

Mañana, a partir de la medianoche y en las siguientes 24 horas, 100,000 aeronaves comerciales despegarán desde
alguna terminal aérea, y 75,000 barcos cargueros y pesqueros zarparán desde algún puerto de nuestro planeta. 

Un avión, emitirá a la atmósfera en promedio, al quemar el combustible que impulsa sus motores, 250 g de CO2e
por cada kilómetro volado, por cada pasajero transportado. 

Un solo navío de carga, puede consumir en promedio al día, 175,000 litros de combustible fósil sucio, que además
de emitir CO2, liberará la misma cantidad de dióxido de azufre (SO2) que emiten 300 millones de automóviles. Y esa
cifra es para UN solo barco, en UN solo día. 

Por eso resulta esperanzador, que la empresa Clean Planet Energy del Reino Unido, haya desarrollado y registrado,
un combustible ultra limpio hecho con plásticos no reciclables, que es una variedad de queroseno para aviación,
al que han denominado EN15940. 

Ellos afirman, que este queroseno EN15940, puede ser usado por esos cien mil aviones y setenta y cinco mil barcos
que mañana, y todos los días, zurcarán los cielos y los océanos, pero que su quema liberará un 75% menos de CO2e
que su alternativa fósil, y sus emisiones de dióxido de azufre y dióxido de nitrógeno, son tan bajos, que se
consideran despreciables para efectos prácticos. 

Además, en su fabricación, se habrá evitado que 8 millones de toneladas de plástico lleguen a los océanos, para ser
convertidas en este combustible ultra limpio. Por cada tonelada de plástico no reciclable que entra a una ecoplanta
de Clean Planet Energy, se obtiene un 7% de combustóleo (fuel oil), 25% de naftas, 5% de sólidos, 11% de gas, y un
52% de EN15940. 

Desde luego, reducir un 75% las emisiones de CO2 no es lo mismo que reducirlas a cero, y aunque en el proceso de
elaboración de este combustible aún se obtienen productos derivados de los que es necesario disponer o utilizarse,
este avance de Clean Planet Energy representa, en caso de poder dar el gran paso de masificar su producción y
utilización, un extraordinario esfuerzo por ganarle la partida a la emergencia climática que amenaza a la humanidad. 

Resulta interesante pensar, que un descendiente de aquel queroseno que usaba nuestro quinqué para iluminarnos,
haya viajado desde el pasado, y venga a ayudarnos hoy para vencer este desafío. 

Raúl Asís Monforte González
© Copyright 2021. Raúl Asís Monforte González. Todos los derechos reservados.
Mérida, Yucatán a 12 de junio de 2021
E-mail: presidente@amer.mx
Facebook: Raúl Asís Monforte González.
Twitter: @raulmonforteg

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