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Derechos Humanos (¿Acaso hay otros?)

Jorge Valladares Sánchez
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Por: Jorge Valladares Sánchez*

Quizás alguna de estas anécdotas coincida con la forma en que tú hoy percibes a los Derechos Humanos (DDHH). Al final lo que pretendo es dejar en claro mi idea de que este concepto es un buen organizador de posibilidades para mejorar nuestra convivencia a través de una mayor convicción de nuestra capacidad humana personal y colectiva.

Momento 1. La redundancia de llamarle humanos a algunos de los derechos. En la Facultad, momento de alucinar con descubrir el hilo negro, llegué a decir que siendo el derecho otro de los productos de nuestra organización social, cada derecho era humano, aun si se refiere a las cosas u otros seres vivos. Incluso entiendo que me ha tocado vivir una época de auge del discurso, la moda de aplicarlo a documentos e instituciones y la posmoda de que cualquiera hable y diga lo que sea en nombre de ellos. Hoy se desborda el abuso, la vacuidad y la ignorancia de conceptos en la caja de las redes electrónicas, en las que todo cabe.

Momento 2. La utilidad de un concepto jurídico y humanista para usarlo en la sensibilización y formación. Como profesor (de los que sí profesamos) y como capacitador, los DDHH me sirvieron temporalmente para integrar a mis programas temas y vivencias tan cardinales como dignidad, empoderamiento, armonía, justicia, esencia, contacto humano y la comprensión activa en cada “generación de derechos” que ampliaba al conjunto anterior.

Momento 3. Una manera de proteger a delincuentes y revictimizar a quienes requieren justicia. En tiempos de ser Amigo de Criminólogos pude entender, y a ratos compartir, la impotencia social de entender cómo la corta comprensión de algunas autoridades da margen perfecto a que los DDHH sólo sean invocados en favor del “malo” y como forma de justificarle al “bueno” que nada pasará.

Momento 4. Un índice o hasta síntesis del ABC de lo que tiene que hacer una autoridad que atiende a una comunidad viva. Como Director Fundador del Centro Especializado en la Aplicación de Medidas para Adolescentes pude llevar a un extraordinario equipo de personas a que trataran con base en los DDHH a las personas internas, a sus familiares, a quienes desde fuera observan e incluso a las autoridades relacionadas y a quienes miran con predisposición la labor de una institución tan compleja. Logramos hacer de la Comisión de Derechos Humanos de Yucatán un aliado en vez de un antagonista o fiscal lejano.

Momento 5. Bonitos conceptos con más potencial de utopía que de instrumentación. Profundizando en la ciencia social durante el Doctorado, la investigación y mi desempeño con diversas instituciones como Consultor pude tener a mano explicaciones sobre el origen, trasfondo, complejidad, usos y limitaciones de cualquiera de los DDHH en nuestro México, si no es que en el mundo. Un resumen, apenas útil para iniciar, sería que los DDHH provienen de un muy amplio grupo de utopistas y luchadores, que cobran aplicación o inserción en normativas por su persistencia, pero también dependiendo de coyunturas y conveniencias, y que su desarrollo y definitividad pintan para ya no tener regreso, pero enfrentan tantos obstáculos que apenas alcanzan para orientar y ofrecer discurso a quienes caso a caso luchan por su aplicación. Claro, hay quien se hace famoso sólo hablando de ellos, pero eso es otra historia.

Momento 6. Un argumento al fin útil frente a la última instancia judicial. Graduándome en derecho para atajar evasivas de mis múltiples amigos e interlocutores abogados/as acabé entendiendo de mis estimados profesores que en cualquier materia jurídica es factible acabar frente a un tribunal en el que puedas hacer valer DDHH para resolver lo que en la vida cotidiana tanto marea y frustra a la gente que requiere los servicios de un/a litigante.

Momento 6.5. Palabras vacías cuando los invocas sin contar con el dinero o el tiempo para hacerte escuchar. En medio de estos momentos hay otro en el que una y otra vez deseas que lo que has oído o lo que te afirma quien sabe pueda materializarse en tu favor para resolver un caso en el que tú eres quien ve afectados sus DDHH ante una autoridad indolente, distante o procedimentalmente inaccesible. Y más de una vez hice cuentas y vi que intentar que la autoridad haga lo que debe me llevaría un esfuerzo injusto, recursos que no podía destinar a ese fin y una probabilidad de éxito frustrante ya desde el puro pensamiento.

Momento 7. La dignidad de la persona y nuestra forma más alta de convivencia en sociedad y como habitantes de este mundo. Hoy, a medio camino del Doctorado en DDHH es reiterado el énfasis sobre nuestra dimensión humana que en lo individual se finca en la dignidad (que es en esencia lo que nos da valor distinto a todo lo demás que existe) y en lo colectivo o ecológico en la armonía o equilibrio, que implica percibirnos como parte y serlo genuinamente.

Entonces… Los DDHH son todo esto, y mucho más que aún no he vivido o entendido. Procuraré en próximas publicaciones atender algunos de ellos, al punto en que deje a la vista el hacer que sirve para aprovecharlo en beneficio propio.
La idea es que puedan servir para entender, actuar, proteger, respetar, evolucionar, planear, convivir, simplificar, formar, transformar y aun coincidir.

Tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio…

Jorge Valladares Sánchez
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