Por: Jorge Valladares Sánchez.*
En Facebook y en Youtube: Dr. Jorge Valladares.
“Desbocación” del mandato
Te voy a cambiar el nombre…
Sin duda, una de las maravillas de la maldita posmodernidad es todo el poder que en ella tiene la comunicación, que al fin generó plataformas y formas alternativas a las que por décadas imperaron en el mundo, y en nuestro México, claro. Elemento muy destacado: Facebook.
Allí se ve de todo. Y se puede decir lo que sea, con las bases, motivaciones, alcances que sea y sin necesidad de nada más que estar allí. Cada cual halla en ese “espacio” lo que le gusta y así el romance entre nuestra naturaleza y el algoritmo va camino a un final feliz. Entre otros gustos, disfruto cuando veo que una publicación que contiene una opinión, digamos definida, da pie a una fila de afirmaciones de la mayor diversidad, vinculadas a lo que inicialmente se dijo.
Uno de mis contactos, de quien no digo el nombre porque no le he pedido autorización, hizo un planteamiento sobre la revocación de mandato (RM) que tendremos el 10 de abril en México. Ocurrió esa lluvia de comentarios, muchos muy sensatos, todos respetables. Una pregunta llamó mi atención, en especial: “Y si anulo (mi voto), ¿A quién favorezco?”.
Había pensado no escribir un tercero, luego de haber publicado un par de veces sobre el sentido y estatus de ese mecanismo de participación ciudadana en México y en Yucatán. Pero creo útil plantear, lo más didácticamente posible, los efectos de cada acción que la ciudadanía puede tomar frente a este ejercicio. Esto, en particular porque haber pasado por el rol de Consejero Electoral generó en mí un deseo estable de contribuir a la educación cívica, como quizá has hecho el favor de leer en ese amable puente que nos brinda La Revista Peninsular.
Así que decidí cumplir aquello de que la tercera es la vencida; y empezando a escribir, que se me vuelve a atravesar la música… Y es que la fecha del ejercicio difiere por dos días con la del nacimiento de uno de mis cantautores favoritos, quizá al que más me gusta interpretar desde hace décadas… José Manuel Figueroa, a quien asumo que todos conocemos como Joan Sebastian. Pero bueno, me concentro en la didáctica y luego la música. Ambas fundamentales en mi devenir.
Hay algunos antecedentes importantes, contextuales en realidad, pero necesarios para entender las implicaciones que puntualizaré para cada posible acción frente a la RM.
La RM es uno de los tres Mecanismos de Participación Ciudadana (MPC) aplicables en lo federal. Incorporado en este sexenio por el Congreso a la Constitución, donde convive con la Consulta Popular. En ambos casos observamos la polarización entre quienes los defienden como auténtico ejercicio democrático (partido y partidarios en el poder) vs quienes lo señalan como oportunismo para las intenciones del Presidente y gasto innecesario por la forma en que se plantearon en esta primera ocasión.
La participación ciudadana formal (democracia directa, MPC) es en su esencia una manera de activar la fortaleza de la ciudadanía ante asuntos que le sean muy relevantes y cuando ella misma se organice y lo solicite. Ambos mecanismos tienen varias complicaciones para poder aplicarse, en especial el porcentaje de firmas (3%), el costo para financiarlo (similar al de una elección federal) y el porcentaje de participación del 40% para que sea vinculatorio (obligue a la autoridad a obedecer). Y además el desconocimiento y la apatía común hacia muchos temas de la ley y el gobierno.
En la Consulta Popular no se reunieron las firmas, ni hubo acuerdo en el Congreso para solicitarla, así que la solicitó el Presidente. En este caso, sí se reunieron las firmas necesarias, aunque también esto entró al cajón de la polarización. Hay quienes acusan de formas fraudulentas de hacerlo y que los firmantes son los/as que quieren que se quede (cuando la revocación la debe pedir quien quiera que se vaya) vs quienes afirman que fue un claro ejercicio de voluntad ciudadana. El hecho es que se juntaron.
Tres coincidencias más, un contraste y ahí le paro. En ambos, la pregunta fue tema de aguda polémica social y jurídica. En la Consulta porque resultó totalmente ajena a lo que se debió preguntar (pues lo que se debía preguntar era anticonstitucional). En la RM porque la constitución indica que la pregunta es sobre estar de acuerdo con revocar el mandato por pérdida de confianza y se responde con un sí o no, pero quedó como una mezcla de dos MPC que son opuestos y responden a diferente naturaleza: se le revoca (RM) o sigue (Ratificación de Mandato).
En ambos, el Presidente (que solicitó la consulta y está claramente a favor de la RM) se negó a que el INE recibiera el financiamiento requerido, y el congreso votó en el mismo sentido. En la consulta el INE dijo que usó elementos de la reciente elección federal y eso lo hizo factible; en la RM se desató toda una polémica y finalmente está anunciado que se hará sin cumplir al 100% las condiciones constitucionales. La polarización: el Presidente está poniendo una trampa al INE vs el INE es corrupto y tiene dinero de sobra para hacerlo. El hecho es que se ejecutó la una y se ejecutará la otra.
En ambos se requiere un nivel de participación (votos) que dista apenas poco más del 10% de lo que suele darse en México en una elección federal intermedia. En la Consulta el 7% alcanzado hizo que rápidamente se olvidara el asunto, los/as de una postura porque “se demostró que la gente no cayó en el juego”, los/as de la otra porque “la ausencia de participación demostró que el INE actuó mal y porque no asistió la gente que coincide con la postura del Presidente de dejar atrás el pasado”. Para la RM una postura pronostica otro fracaso con porcentaje similar, mientras la otra postura da por hecho que la ciudadanía volverá a demostrar que ven bien el desempeño del Presidente y si no, será porque el INE actuó mal.
De fondo, lo que importa es que en México requerimos de estos y de al menos 17 variantes más de MPC existentes en los estados, pero muy poco usados. Llegar a tenerlos en ley, de forma óptima y con ciudadanía dispuesta a usarlos es un potencial enorme de cambio hacia una democracia consolidada. Pero en mi opinión, por lo trabajado en el área, hay otros MPC más poderosos (como los presupuestos participativos, la iniciativa popular y el plebiscito), mientras que el poder de la consulta popular es mediano y el de la RM es mínimo (por emocionante que suene), salvo casos muy graves que no pudieran resolverse por las otras formas que tenemos de contener a un mal gobernante.
Pasemos a lo relevante para la famosa infografía, como ahora se le dice a esquematizar la información básica.
Si ASISTES a tu casilla el día de la RM y:
– Votas que SIGA.
Tiene dos efectos jurídicos: suma para el porcentaje de participación y suma para que gane que el Presidente continúe.
No hay forma de distinguir si quieres decir que estás de acuerdo con el Presidente o con su modo de gobernar o con su desempeño en el cargo o si lo que quieres decir es que si fue electo por 6 años debe estar 6 años.
– Votas que se le REVOQUE.
Tiene dos efectos jurídicos: suma para el porcentaje de participación y suma para que gane que el Presidente deje el cargo.
No hay forma de distinguir si quieres decir que estás en desacuerdo con el Presidente o rechazas su forma de gobernar o valoras negativamente su desempeño o parte de él.
– ANULAS tu voto.
Tiene un efecto jurídico: suma para el porcentaje de participación. No afecta en nada el resultado de que siga o se quede, sólo ayuda a que la opción que gane pueda llegar a ser vinculatoria (obligatoria).
Hay formas de apreciar si fue accidental o intencional, pero no cambia en nada su efecto. No marcar, marcar ambas opciones parcial o totalmente, marcar fuera de ambas opciones, escribir lo que sea sin que pueda entenderse como elegir una entre los dos recuadros. Y todo lo que se te ocurra escribir, por la motivación que sea, sólo será anecdótico para ti y para los funcionarios de casilla, pero no se registrará.
– No insertas tu papeleta.
No tiene efecto jurídico alguno, ni en el porcentaje de participación ni en el resultado.
Lo que se te ocurra hacer con ella o escribir en ella, por la motivación que sea, será anecdótico para ti, para los funcionarios de casilla y para quienes observen alrededor, pero no se registrará oficialmente, salvo que le parezca curioso a los medios o a los reporteros espontáneos de Facebook y demás redes.
–Si NO ASISTES a tu casilla el día de la RM:
No tiene efecto jurídico alguno, ni en el porcentaje de participación ni en el resultado.
Nadie, a menos que tú se lo digas, sabrá lo que te motivó a no asistir. Sea que no te enteraste, que no pudiste, que no quisiste, que con ello crees que mandas un mensaje al Presidente, al INE, a Loret o a Rusia, no les va a llegar.
Cualquier acción que elijas es igual de respetable en la democracia; y es mi deseo que baje ya la maldita polarización que nos convence de poner apodos o juzgar a grupos de personas que ni conocemos, en vez de respetar que cada quien haga y opine lo que guste, y defienda las causas que quiera, si quiere. Y mayor mi deseo de que algunos/as vayamos encontrando espacios para conversar sobre la forma de que ocurran cambios importantes en los que sí estemos dispuestos/as a participar: respetando, primero, conversando, acordando, colaborando…
Eso sí, hagas lo que hagas, cada político/a perenne y aspirante al poder va a interpretar lo que sus intenciones, necesidades y capacidad le indique. Y se usará en favor o en contra del INE, del Presidente, de la satisfacción, del hartazgo, de las elecciones del 22, del 23, del 24, del narco, de la democracia, de los MPC, del nivel de nuestro México y de la manga del muerto; lo que sea sin importar el resultado.
El único efecto jurídico ocurrirá si la participación llega al 40%, con dos opciones: el Presidente se va a quedar porque así lo quiso la mayoría que fue a votar o el Presidente deberá renunciar, pero que lo haría, nadie puede asegurar. En ambos casos, la decisión la habremos tomado entre tooooddddoooosssss/as quienes tenemos el derecho de elección. Es lo que hay, ni modos.
Y tanto verso me devuelve a la música y al buen Joan Sebastian. Pero no puedo evitar que con tantas frases mañaneras las letras se me confundan. Y es que cuando apenas estamos asimilando una, ya salieron dos más. Es sorprende, casi extenuante el poder que hoy tiene el Presidente para modificar realidades con la boca, pareciera que no tiene una, ni siquiera Dos Bocas, sino las de todo un gabinete; pero claro con frecuencia se desboca y hasta podemos pensar que la RM se va a ver influida por la “desbocación” de mandato en la que estamos.
Bueno, ya, mejor encendemos el karaoke y ponemos “Juliantla”, pero en versión del Duende Preguntón, que puso al Alex Lora a dar explicaciones…
Yaaaa conocí la cedemequis, tuve un depa y un palacio, pero quiero volver…
quiero volver, sí, sí, quiero volver…
a mi Rancho “La Chingada”, esta vida es muy cansada, ya quiero volver…
O la de “Secreto de Amor”, mismo compositor:
Te voy a cambiar el nombre,
para cuidar el turismo;
aunque te abrazo y los matas,
¿ya ven? no somos lo mismo.
Te voy a cambiar el nombre,
ya no te llamas Jalisco;
ahora les llamaré magos,
sólo hay desaparecidos.
O de plano el super tema de “Tatuajes”:
Perdiendo popularidad, me quejo,
pues sólo veo guerra sucia, Loret.
Aunque hay tanta necesidad, yo veo
que las cosas van muy bien, je, je.
Masacres con cientos de muertos anuncian los medios,
no hay cuerpos, sólo sangre y restos quedan por ahí,
es un montaje, ya ven que les pagan altos sueldos.
Me iré pero en el 24, ¡sufran fifís!
Atendida la didáctica y la música, sólo resta despedirme con la frase más filosófica de este querido compositor mexicano:
Y puedes cambiarle el nombre,
pero no cambias la historia,
le llames como le llames,
muchos más van a la gloria.
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*Jorge Valladares Sánchez
Papá, Ciudadano, Consultor.
Representante en Yucatán de Nosotrxs.
Coordinador Nacional de la Red Cívica Mx, A.C.
Doctor en Ciencias Sociales.
Doctor en Derechos Humanos.
