Arsenal, por: Francisco Garfias.
El presidente López Obrador descalificó a Ficht, la calificadora que degradó dos escalones el perfil crediticio de Pemex. Por su reacción en la mañanera, podríamos concluir que lo tomó como un ataque de los neoliberales a su gobierno.
Juzgue lo que dijo: “Es muy hipócrita lo que hacen estos organismos que permitieron el saqueo, avalaron la llamada Reforma Energética. Sabían que no llegó la inversión extranjera y que no se invirtió en Pemex. Eso fue lo que provocó la caída de la producción petrolera.
“Ahora que estamos recuperando a Pemex salen con sus recomendaciones o tratando de descalificar… Sí nos importa, pero no son jueces infalibles”, puntualizó.
El tabasqueño nomás no admite que la calificadora Fitch haya actuado de buena fe. Hasta “cómplice” la llamó.
“Pemex está mejor que en los últimos 30 años. El principal problema era la corrupción. Se está limpiando. Era una empresa saqueada en la época neoliberal. Ahora que la estamos recuperando, salen con sus recomendaciones o tratando de descalificar”.
A la mente me vino una frase que se puso muy de moda en la época de Peña Nieto: No entiende que no entiende.
Los expertos dicen que la política energética del nuevo gobierno no convence a los inversionistas.
Pero hay más: no le fue bien al equipo que envió a Estados Unidos a fin de presentar el plan de negocios de Pemex. Más bien los “asustaron”, dijo la senadora del PRI, Vanessa Rubio, exsubsecretaria de Hacienda.
Tema aparte es el incomprensible poder que AMLO le dio a su amigo agrónomo, Octavio Romero, como director de Pemex. Es hombre neófito en asuntos de energía. No conoce la industria. Jamás estuvo ligado a ella. No está capacitado para tomar decisiones en la mayor empresa mexicana.
Al Consejo de Administración de Pemex, donde hay gente que sí sabe, lo hizo a un lado. “Eso tampoco le gustó a los mercados”, puntualizó Vanessa.
Las consecuencias de la degradación del perfil crediticio de Pemex son mayores. El extitular del SAT, Aristóteles Núñez, dice que, en términos de los bonos gubernamentales emitidos, puede representar un costo financiero adicional para México de alrededor de 20 y hasta 30 mil millones de pesos, anualizado. En su cuenta de Twitter, Aristóteles afirmó:
“Presidente. Está usted equivocado. Las calificadoras no tienen dentro de sus tareas o actividades detener el saqueo de un gobierno. Ellas miden la fortaleza y certidumbre financiera de un país o una entidad que emite bonos de deuda… su función es calificar riesgos.
“No pueden considerar sólo la variable del combate al huachicol. Pemex tiene un problema mayor. Miden la perspectiva financiera y valoran si encontrarán presiones financieras para enfrentar sus obligaciones”.
Concluye: el mayor problema de Pemex es la disminución de la extracción de petróleo… Si existiera un plan de inversión transparente, serio y creíble para incrementar la producción, la calificación podría mejorar”.
Mal parado dejó el Presidente al gobernador Silvano Aureoles, luego de responsabilizarlo del conflicto con la CNTE, y criticarlo por haber mantenido su gira de trabajo por Europa, a pesar de la crisis que se vivía en su estado por el bloqueo de las vías férreas en el estado.
Aureoles informó en Twitter que se pagó a los maestros la segunda quincena de enero y la Compensación Nacional Única 2019, pero “las vías seguían tomadas”.
La mayor parte de los recursos para saldar parcialmente la deuda con los maestros proviene de la transferencia de participaciones adelantada que hizo el gobierno federal a Michoacán, pero nos aseguran que hay también dinero del estado.
AMLO dijo que el bloqueo se produjo por el adeudo a maestros contratados por el gobierno del estado y que la Federación, en un esfuerzo por hacer control de daños, “pagó algo que no le corresponde”.
El trancazo a Aureoles dolió en el PRD. Es el único gobernador que les queda y de los poquísimas figuras con proyección nacional. Otro es el senador con licencia, Juan Zepeda.
La joven michoacana Estephany Santiago Fernández, integrante de la nueva dirección colegiada de ese partido, nos asegura que el tema de los adeudos a maestros se había tocado, antes del bloqueo, con Esteban Moctezuma, titular de la SEP.
“Le explicaron que año con año aumentan las demandas de la CNTE y que al gobierno estatal ya no le alcanza. Se habló con él y lo aceptó”, puntualizó.
Hay señales de distanciamiento en la bancada del PRI en el Senado. Al yucateco Jorge Carlos Ramírez Marín, el único que ganó su escaño por mayoría, lo han maltratado.
Al interior de la bancada nos cuentan que Beatriz Paredes tampoco anda pegada con el coordinador Miguel Osorio Chong. La que sí ha buscado el cobijo del exsecretario de Gobernación es Claudia Ruiz Massieu, presidenta del partido.
Para acabarla de amolar, el senador del PRI, Noé Castañón, acusado por su esposa de violencia intrafamiliar, renunció al PRI sin dar explicaciones. Deja al otrora partidazo con sólo 14 senadores.
Marko Cortés, jefe nacional del PAN, designó a Mauricio Kuri coordinador de la bancada azul en el Senado. Substituye al fallecido, Rafael Moreno Valle. El hecho ocurrió en Ciudad Victoria, donde los senadores del PAN realizan su plenaria.
Kuri es carta de los gobernadores azules que obligaron la destitución de Damián Zepeda, identificado con Ricardo Anaya. Los mismos que pusieron al desaparecido ex gobernador de Puebla al frente de la bancada.
El cálculo político hace sospechar que el tono del Acción Nacional en el Senado será moderado frente al gobierno. Los gobernadores no se van a pelear con el Presidente de la República.