En un reciente hallazgo paleontológico en Colombia, se descubrió el fósil de una criatura prehistórica conocida popularmente como el “Ave del Terror”, un ave carnívora no voladora que habitó América del Sur y que se caracterizaba por su gran tamaño y ferocidad. Este fósil pertenece al grupo de aves denominado Phorusrhacidae, que dominó los ecosistemas sudamericanos durante millones de años tras la extinción de los dinosaurios.
El descubrimiento fue realizado por una familia en San José, quienes conservaban el fósil sin saber su importancia. Tras su análisis, los científicos confirmaron que el espécimen tenía una garra similar a las de las aves Phorusrhacidae. Estas aves podían alcanzar alturas de hasta tres metros y se movían rápidamente, utilizando su robusto pico como arma para cazar presas, en una técnica comparada con la de un boxeador.
Estas aves se conocen como “Aves del Terror” debido a su aspecto temible y a su comportamiento de cazadores eficientes y violentos. Dotadas de un enorme pico y fuertes extremidades, podían atacar y descuartizar a sus presas de manera efectiva, colocándose en la cúspide de la cadena alimenticia de su época. La velocidad y precisión de sus ataques los hicieron depredadores excepcionales, ocupando un rol ecológico clave en el ecosistema prehistórico.
El hallazgo proporciona información valiosa sobre la dispersión y el comportamiento de estas aves, resaltando el importante rol que tuvieron en la cadena alimenticia prehistórica de Sudamérica.