Desde la azotea saludaba el anciano Isidro a Lucas cada mañana. El anciano Isidro, a sus 102 años, ya no podía recordar su nombre, ni los nombres. Pero sabía que se saluda con alegría cuando se ve a alguien, sobre todo si ese alguien es conocido… Es un hombre encantador.
Conocía a Lucas, le veía cada día…
Lucas es un niño con una enfermedad rara, necesita ayuda para comunicarse y también para caminar. Es muy feliz y posee la más pura de las sonrisas. Sonríe cuando le enseñan vídeos de Morante o de Pablo Aguado toreando. Y le encanta la fruta… Sobre todo melón y fresas…
Hoy se ha ido Lucas. Necesita vivir en otro lugar, otro clima…
La dueña del piso que deja Lucas irá mañana a la agencia para ofrecerlo en alquiler. Ya prepara la información. Cuenta cómo es la casa, que tiene una azotea, y busca como inquilino a alguien formal y con empleo. Y, primordial, que tenga tiempo para saludar desde la azotea…
Isidro estará mañana allí. Sentado. Dulce. Saludando…
Dedicado a todos los abuelos del mundo
A los niños y a los niños en lucha con alguna enfermedad
A mi Luis
A las personas que acercan a los niños al toreo
Al toreo
A Morante
Pablo Aguado
A los adoradores de fruta, como mi familia y yo, comer fruta es seguro de salud
A la azotea de Niña Pastori
A las azoteas
Y a Carlos, al que le gusta la palabra azotea. Es preciosa..
A los seres con sensibilidad y corazón