El caso que involucra al expresidente boliviano Evo Morales en delitos de “trata de personas” y “estupro” ha dado un nuevo giro con la detención del padre de la supuesta víctima. El comandante general de la Policía de Bolivia, Álvaro Álvarez, informó que el hombre fue capturado en su domicilio en Yacuiba, en el departamento de Tarija, el pasado jueves. Esta acción es parte de una investigación en la que se acusa a Morales de haber tenido una relación con una menor de edad, presuntamente perteneciente a un grupo juvenil conocido como ‘Generación Evo’. Según las denuncias, los padres de la joven la habrían entregado al exmandatario a cambio de “favores políticos”.
La Fiscalía boliviana, que está llevando a cabo la investigación, había citado tanto a Evo Morales como a los padres de la víctima para que declararan el pasado jueves. Sin embargo, ni el expresidente ni los progenitores de la joven se presentaron a la citación. Ante esto, la fiscal departamental, Sandra Gutiérrez, señaló que se emitirá una orden de aprehensión para que comparezcan en los próximos días.
Este caso se enmarca dentro de una serie de denuncias en las que se acusa a Morales de delitos relacionados con la explotación y abuso de menores. La Fiscalía ha señalado que Morales podría haber tenido un hijo con la joven, aunque estos detalles están todavía en investigación. Álvarez mencionó que el próximo paso es capturar a la madre de la víctima, quien también está siendo buscada por las autoridades para que rinda su declaración y se aclare el rol que desempeñó en el caso.
Este escándalo ha provocado un fuerte revuelo en el escenario político boliviano. Morales, quien lidera el Movimiento al Socialismo (MAS) y está distanciado del actual gobierno de Luis Arce, ha denunciado en varias ocasiones que enfrenta una “persecución política”. El exmandatario, que gobernó Bolivia entre 2006 y 2019, ha afirmado que esta investigación es parte de una estrategia para bloquear su posible candidatura presidencial en las elecciones de 2025.
En las últimas semanas, Morales ha manifestado que defenderá su posición en una “batalla jurídica”, argumentando que los cargos en su contra carecen de fundamento y forman parte de un intento por desacreditar su figura política. Cabe recordar que Evo Morales tuvo que renunciar a la presidencia en 2019 en medio de una crisis política que provocó su exilio en México y Argentina.
Ante la posibilidad de que se emita una orden de captura contra Morales, las organizaciones sociales afines a su liderazgo han advertido que tomarán medidas drásticas. Estas agrupaciones han anunciado que, si la Fiscalía avanza con la detención del exmandatario, comenzarán un bloqueo nacional de caminos, una táctica que ya se ha empleado en otras ocasiones como muestra de apoyo a Morales.
La tensión entre las facciones políticas y sociales en Bolivia ha ido en aumento, ya que este caso se suma a una serie de enfrentamientos entre el actual gobierno de Arce y los seguidores más leales de Morales, que han visto en estos últimos movimientos judiciales una maniobra para eliminar a su líder del panorama político.
La Fiscalía boliviana está tratando este caso con gran cautela, ya que se trata de una figura política de gran relevancia en el país. La investigación, según fuentes judiciales, se encuentra en una etapa avanzada, aunque aún falta recoger las declaraciones de los implicados y profundizar en los detalles del supuesto abuso. Hasta el momento, no se ha confirmado si Morales será formalmente acusado, pero las investigaciones siguen su curso, y las autoridades continúan trabajando para esclarecer los hechos.
Este caso ha puesto de nuevo a Evo Morales en el centro del debate político y judicial en Bolivia. La detención del padre de la presunta víctima y la posible orden de captura contra Morales son indicios de que las investigaciones podrían escalar en las próximas semanas. Las tensiones sociales que rodean este caso, sumadas a las advertencias de bloqueos por parte de sus seguidores, reflejan la polarización que sigue existiendo en Bolivia, donde la figura de Morales sigue siendo una de las más influyentes y controvertidas del país.
Las próximas decisiones de la Fiscalía serán clave para determinar el rumbo de este caso, así como las implicaciones políticas que podría tener en el futuro del exmandatario y su partido, el MAS, en el contexto de las elecciones presidenciales de 2025.