El huracán Helene ha causado estragos significativos en el sureste de Estados Unidos, particularmente en Georgia, donde aproximadamente 980 mil hogares y empresas se encuentran sin electricidad. Los cortes de energía afectan a numerosos condados, siendo Chatham, Richmond y Columbia algunos de los más afectados. Además, la tormenta ha dejado graves daños en la infraestructura eléctrica y ha ocasionado inundaciones masivas en varias zonas del estado.
Helene, que tocó tierra como un huracán de categoría 4 en Florida, se debilitó a medida que avanzaba, pero aún así dejó una estela de destrucción a su paso. Se han reportado lluvias torrenciales y fuertes vientos que continúan afectando la región, lo que ha complicado los esfuerzos de rescate y la restauración de servicios básicos.
Las autoridades locales han señalado que, además de la falta de electricidad, los residentes también enfrentan escasez de agua potable y alimentos, lo que agrava la situación para miles de familias que se encuentran atrapadas en sus hogares debido a las inundaciones. A pesar de los esfuerzos de rescate en curso, la devastación en Georgia y otros estados cercanos, como Carolina del Norte, continúa siendo alarmante.