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Día del Yucateco, un recuerdo de una de las herencias culturales más diversas e impar del país

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Mérida, Yucatán, a 12 de julio de 2024.- El fervor religioso de los yucatecos por la Virgen de Guadalupe y la mezcla de sus tradiciones, cultura y contribuciones nacionales e internacionales han trascendido a la Ciudad de México y a otros estados. En la capital del país se ha concretado una fecha especial: “el Día del Yucateco”, que se celebra cada 12 de julio.

En este día, se conserva el encuentro anual de la Arquidiócesis de Yucatán con la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México. Por ello, se celebra una misa especial en la Basílica, donde se rinde culto a la Virgen de Guadalupe y acuden miles de yucatecos radicados en esa ciudad o que van en peregrinación, así como también habitantes de otros estados. Es tan admirada y respetada la tierra del faisán y el venado que, como un caso especial en el corazón de la capital del país (explanada del Zócalo), se ha construido una réplica de la pirámide de Kukulcán, obra emblemática de la arquitectura maya, original del sitio arqueológico de Chichén Itzá, Yucatán, en la cual se proyectará un videomapping, para los visitantes, acerca de la gloriosa cultura maya.

Réplica de la pirámide de Kukulcán en la explanada del Zócalo capitalino.

Así mismo, se realizan eventos religiosos, misas y demostraciones culturales que destacan la identidad de la región, por lo que se exponen diversos aspectos que diferencian a la cultura yucateca del resto del país.

Primeramente, figura el lenguaje. El español que se utiliza en la región peninsular es muy particular porque se insertan palabras mayas o términos provenientes del maya en el vocabulario -razón por la cual el acento o “aporreo” es característico-. Incluso, como método de difusión, en algunas jaranas se combina el maya y español con gracia y originalidad.

Demostración dancística de la jarana en la Basílica de Guadalupe.

La preservación cultural es relevante en las características de la población, pues conservan tradiciones que se arraigan con la cultura maya y española. Las danzas populares yucatecas, como la jarana, se designan con el nombre regional de vaquerías, las cuales tuvieron su origen en las fiestas que hacían los ganaderos con motivo del recuento anual de reses y su herradero. Hoy en día, se realizan con motivo de la festividad religiosa del santo patrono de cada pueblo.

La culinaria emblemática de la cocina típica yucateca está hecha de una exquisita mezcla de ingredientes utilizados por los mayas, con sabores traídos por los españoles durante la Colonia y, en gran parte, también se incluye la cultura libanesa. La gran variedad de platillos (el siempre refrescante tabule, los deliciosos kibis o el kafta), al igual que la cultura del esfuerzo y trabajo diario, así como la disciplina del ahorro son algunos de los legados más preciados de la inmigración árabe a Yucatán. La inigualable combinación de condimentos y especias, tales como la pepita de calabaza, el orégano, la cebolla morada, la naranja agria, el chile dulce, la lima, el chile x’catic, el chile habanero, el chile max y el cilantro, les dan esa sazón única a los platillos.

Platillos gastronómicos de Yucatán: sopa de lima, tacos de cochinita y papadzules.

Por otra parte, el Hanal Pixán, o “comida de las ánimas”, es una tradición de los yucatecos que se realiza para recordar, de una manera especial, a los amigos, conocidos y familiares que han dejado este mundo. Las ánimas “reciben permiso” para visitar a sus familiares, del 31 de octubre al 2 de noviembre.

Destaca, dentro de los aspectos únicos, su situación geográfica. La Península de Yucatán se llamó “El Mayab”, que significa la tierra de los pocos, la tierra de los escogidos; igualmente, se le conoce como la tierra del faisán y del venado. En la zona predomina el clima tropical y una gran variedad de plantas (henequén), árboles (zapote, ceiba, ramón, entre otros) y animales (tucán, flamenco, pavo, jaguar, faisán y el venado).

Una característica que sobresale es la ingenuidad de vivir tranquilos y felices, a pesar del calor y el clima cambiante -sobre todo los del campo-: las hamacas, cuyo nombre en haitiano “hamac” significa árbol, se utilizan para dormir, destacable por su comodidad y frescura. Por las tardes, los yucatecos acostumbran a salir a la puerta de sus casas a tomar el “fresco”.

La cultura yucateca se mantiene viva y sigue aportando al desarrollo y la diversidad de Yucatán y México. Su importancia radica en su historia milenaria, su resistencia frente a la opresión, su adaptación al cambio y su creatividad para expresar su identidad. Por ello la fecha especial, pues son un ejemplo de sabiduría y riqueza cultural que se reconoce y respeta por todos sus hermanos mexicanos.

Con información de José Enrique Avilés Laines.

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