“Un día un rotulador dorado se puso muy feliz. Llevaba semanas en la caja, aburrido. El ocre y el amarillo y los marrones y naranjas los había utilizado mucho la niña, era otoño y coloreaba paisajes con hojas secas, campos, bancos al atardecer en un parque…
El dorado en cambio nada, ninguna tarea…
Sin embargo aquella tarde, en la que además había muchos niños alrededor de la mesa, el rotulador sí tuvo mucho trabajo! Lo notò desde el primero momento, todos le elegían a él… Y eso le ponía muy contento! Los pequeños se divertían pintando…
Pintaron estrellitas. Campanas. Troncos de madera. También cajitas de regalo. Lazos… Velas… De repente había llegado diciembre, con su luz dorada, su nostalgia mágica, su calor hogareño, villancicos en el alma… y se acariciaba ya la Navidad!
Dedicado a los niños, los niños aman diciembre, especialmente dedicado a Luis Carrasco, Hugo, Mateo, Mauricio, Mateo, Casilda, Joaquín, Sara, Jimena, Luis, Lourdes, Carlos, Pablito, Eros, Manuela, Curro, María Leonor, Celia, y cada pequeño del mundo
Dedicado a mi amigo Pablo, también a mi genio, y a cada persona amante de diciembre.