..sabe, Dios, y sabes tú lo mucho que amas a ese primo al que ves poco, lo bien que te cae esa vecina con la que no hablas tanto, que majo te parece ese compañero de trabajo con el que a veces discutes en palabras flojas y jamás en gritos. Porque la vida va trenzando su camino, y alguna vez hay un enojo o un mal gesto o un adjetivo feo.. y no pasa nada. El amor y el afecto son más grandes que eso..
Sabe, Dios, y sabes tú que tu hermano es el más cariñoso, que tu novia duerme con el dedo meñique en la boca, que tu padre come bombones a escondidas porque le han prohibido el azúcar. Ahí, en esos gestos y detalles, vive la vida. La de verdad, la que importa. La que alimenta. Y sabe Dios lo mucho que nos queremos, los besos que nos dimos y los que faltaron, el consuelo que nos ofrecimos…
El mal llegó… y cambió lo que conocíamos.. y ya las lágrimas se quedan congeladas en otro miedo, otro corazón que se agita con temor. El mal llegó… y se llevó la libertad y el vino en una terraza y las tardes de toreo y el cine al anochecer. Y, lo peor y lo muy doloroso, se llevó de la vida terrena a los que tanto queremos. Y ni siquiera nos dejó ir a estar con ellos, ir a rezar a su vera, ir a llevar flores y aliento.
Pero lo que el mal no se llevará jamás es la esperanza. Y tampoco lo que Dios tiene para nosotros..
Fe y oración! Mi abrazo y mi rezo a todos los que pasáis tan duros trances. Especialmente a ti, Manoli, te adoro y a toda tu perfecta familia
A mi amigo Carlos
A Luis
A cada ser noble aportando cosas nobles
A la esperanza
A mi amiga Pau
Al toreo
Y a Albriux
