Por: David Moreno.
El 17 de noviembre Disney + llegó a México. Lo hizo precedido por una poderosa campaña publicitaria en la cual la compañía anunciaba el despliegue de toda su fuerza, de todas las franquicias que con los años han pasado a formar parte de la compañía. No es poca cosa tener en su programación a toda la saga de Star Wars y a su universo expandido, a las películas del Universo Cinematográfico de Marvel, a todo lo que ha hecho PIXAR, a Los Simpson y una buena parte de las producciones de lo que alguna vez fue la FOX, a National Geographic y, por supuesto, a la gigantesca producción propia de la casa de Mickey Mouse. En términos de contenido, Disney + tiene absolutamente todo el poder para llegar y arrasar. No es complicado el asumir que la intención de Disney es convertirse en el principal jugador de un partido al que parece haber ingresado con el cronómetro en plena marcha pero confiado en que posee las habilidades necesarias para no solamente hacerse presente en el marcador sino por terminar levantado la copa. No se trata solamente de reciclar películas y programas que ahora son exclusivos de Disney + sino también de poner al servicio de la plataforma a la enorme capacidad de producción que la compañía ha desarrollado a lo largo de muchos años y, por supuesto, el poderío económico del que quizá sea el conglomerado de medios más poderoso e influyente del mundo.
Disney ha ido cocinando lentamente su lanzamiento y aunque por el momento la gran mayoría de su contenido no es nuevo, ello no quiere decir que no estén listos para aumentar su arsenal con producciones originales. Por lo pronto sus cartas fuertes son series que amplían y explotan las posibilidades narrativas de algunos de sus productos más conocidos como Star Wars o The Avengers. En el caso de la saga que alguna perteneció a George Lucas, Disney ha producido The Mandalorian, un brillante y espectacular Western espacial que narra la historia de un forajido que es obligado a confrontarse con sus propias convicciones al encontrarse con un pequeño ser cuyo origen y destino son inciertos. Han anunciado también la producción de una serie que tendrá como protagonista a uno de los grandes personajes de la galaxia muy lejana: Obi Wan Kenobi, aunque aún no existe fecha para el inicio del rodaje, todo parece indicar que Ewan McGregor volverá a empuñar el sable láser lo que seguramente levantará aún más expectativas sobre la serie. En el caso de The Avengers, Marvel ha iniciado con la producción de programas que serán indispensables para la historia de la nueva fase del universo cinematográfico más redituable de la historia. Dos serán sus primeras barajas importantes: Wanda Vision, con la maravillosa Elizabeth Olsen como protagonista y Loki que traerá de nuevo al hermano de Thor interpretado por el carismático y talentoso Tom Hiddleston en el rol principal.
Lo interesante será ver si Disney seguirá con la tendencia de ampliar a sus franquicias o si bien aprovechará a su nueva plataforma para realizar otro tipo de contenidos. No hay que olvidar que el éxito de Netflix o Amazon Prime, recae en gran medida en la diversidad de sus producciones originales, en que han tenido la visión y la capacidad para generar series y películas que abarcan amplios espectros de audiencia. Se trata de plataformas que se han dedicado a arriesgar e innovar algo que no suele practicar Disney, una compañía que se caracteriza por siempre pisar el terreno de lo seguro y que difícilmente genera contenidos cuyo éxito no esté probado. A ello habría que añadir que muchos identifican a los productos de Disney como meramente familiares lo que podría jugar en su contra ante esa parte de la audiencia que traduce esos contenidos como sumamente conservadores.
Habrá que ver que es lo que sucede con la nueva guerra de las televisoras, una que ha dejado atrás a las señales por aire o cable para instalarse en los terrenos de lo cibernético. Lo cierto es que la primera percepción generada en torno Disney + es que ha comenzado a pisar esos terrenos con bastante éxito y esperando mantener esa tendencia hasta – como ya decía – convertirse en el amo y señor del streaming, algo que ya han hecho muy bien en otros medios sobre todo a través de la fusión o la adquisición de quien pudiera presentarse como un competidor importante lo que se antoja, por ahora, complejo pues quienes ya llevan un buen trecho caminado en el rubro no necesitan de la fuerza de Disney para mantenerse, al menos, repito, por ahora.