La Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas Licuado y Empresas Conexas (Amexgas) ha solicitado a la Secretaría de Energía (Sener) establecer una mesa de diálogo para abordar el desabasto de Gas LP que afecta a la Península de Yucatán. Este desabasto ha generado pérdidas económicas a las empresas distribuidoras debido al incremento en los costos logísticos y la falta de producto para la venta.
Rocío Robles Serrano, presidenta ejecutiva de Amexgas, indicó que hace dos semanas se percataron de que se estaban racionando las entregas de Gas LP. Ante esta situación, sostuvo un encuentro con Juan José Vidal Amaro, subsecretario de Hidrocarburos de la Sener, quien le solicitó mantenerse en contacto para abordar la problemática.
Robles Serrano señaló que la falta de suministro está provocando que los distribuidores no tengan producto para vender, además de un impacto en los costos logísticos, ya que el precio del energético se ha mantenido, afectando el margen comercial de las empresas y ocasionando afectaciones al usuario final que tiene que hacer filas para adquirirlo.
“Ya está identificado (el motivo) tanto por la autoridad como por nosotros; creemos que Pemex tiene que coordinarse con la Secretaría de Energía para atender esta situación; los distribuidores no podemos actuar porque no somos autoridades, pero estamos en la mejor disposición de apoyar a las autoridades para lograr un suministro confiable y eficiente para la población”, manifestó Robles Serrano.
Se informó que la Península de Yucatán enfrenta desabasto de gas debido a problemas en los centros de carga de Pemex, afectando el suministro a miles de hogares y negocios en la región. Estos centros de carga, esenciales para la distribución de gas en Yucatán, Campeche y Quintana Roo, han sufrido interrupciones en su operación, lo que ha generado una disminución significativa en la disponibilidad del combustible.
La situación se ha visto agravada debido a que algunas empresas deben trasladarse hasta el centro de distribución de Tuxpan, Veracruz, que se encuentra a mayor distancia en comparación con el de Cactus, Chiapas, el cual no está operativo. Este cambio ha incrementado los costos logísticos y el tiempo de traslado, afectando la disponibilidad del gas para los consumidores finales.
