Mundo Generacional, por: Edwin Carcaño Guerra.
Coautor: Jorge Alejandro Rojas Torres
Los disturbios en Hong Kong, motivados por la ley de extradición que permitirá el envío de criminales a purgar su condena en China, despertaron una serie de reacciones en el mundo tanto en el poder central de la República Popular China como en los Estados Unidos de América. Otras naciones, con intereses en la zona, también han manifestado sus posturas.
Existen dos polos bien definidos en torno a la coyuntura en Hong Kong, donde un eje conformado principalmente por países asiáticos simpatizantes y con intereses económicos/políticos con China hacen patente su respaldo ante la controvertida ley. En la otra parte de la mesa la reacción de occidente condenando los hechos, enfatizando en la censura y represión hacia los manifestantes.
El juego de poder en el contexto global obliga a revisar las acciones de los actores en una línea de tiempo que encuentra concurrencia en el conflicto de Hong Kong, pero también la guerra comercial entre Estados Unidos y China, los ajustes de reordenamiento del tránsito marítimo en el Mar Rojo, el Mar del Sur de China y las relaciones complejas entre los interesados, y el escenario de confrontación en Medio Oriente con Irán.
Los tempranos intentos de los Estados Unidos por intervenir con fuerza militar en Siria, tuvieron un sólido rechazo por parte de Rusia y China. Cabe señalar que el escenario de conflictos y confrontación del Dragón Rojo, en esos momentos, no tenía elementos críticos que limitaran su capacidad de expresar sus posicionamientos ante un punto de agenda crítica en el concierto de la frágil gobernabilidad del Medio Oriente.
China e Irán mantienen una estrecha relación comercial desde al menos un par de décadas destacando el petróleo, gas, petroquímica, tecnología. Las exportaciones de Irán en 2017 fueron alrededor los $101 mil millones de dólares, de los cuáles el 60% está relacionado a la industria petroquímica. Los principales socios de exportación de Irán son: China con un 27.5%; India 15.1%; Corea del Sur 11.4%; y Turquía 11.1%.
En el rubro de importaciones en 2017 Irán con un estimado de $76 mil millones de dólares, con productos como suministros industriales, alimentos procesados, bienes de capital, servicios tecnológicos principalmente, siendo los Emiratos Árabes Unidos su principal socio con el 29.8%; seguido de China con el 12.7%; y Turquía con 4.4%.
Pregunta obligada: ¿Es significativa la relación en amplios sentidos entre Irán y China? La respuesta es simple: sí.
La administración de Donald Trump en forma disruptiva respecto a las formas en la históricamente relación con China, ha emprendido agresivas estrategias en la relación con este país asiático presentando nuevos escenarios para propios y extraños.
En el caso particular de México, la guerra comercial entre ambas potencias representó la oportunidad de retomar de nuevo el primer lugar como principal socio comercial, un hecho que no se puede perder de vista porque el vecino del norte es y seguirá siendo el principal mercado para las exportaciones aztecas.
La guerra comercial y las acciones en contra de la empresa de tecnología en comunicaciones Huawei, obligó a China a conformar un frente de defensa y estrategia para sobreponerse a la embestida que propició un repliegue y colocó en un terso estadio las negociaciones en estos dos rubros. Si bien China seguirá con el crecimiento tecnológico del gigante Huawei, finalmente tuvo que detenerse y dar uno o dos pasos atrás para replantear su estrategia.
El conflicto en Hong Kong es un frente interno para la celosa y proteccionista gobernanza de la República Popular China. Sin duda ocupa un nivel prioritario para su atención, situación que propiciará que el Dragón Rojo tenga que tomar decisiones de tiempo, forma y ejecución de recursos en los diversos frentes de batalla que tiene en el mundo. Las circunstancias mueven a China a atender delicadamente esta amenaza doméstica, donde Hong Kong es un centro de concurrencia global de altos intereses económicos, políticos dentro del mapa geoestratégico global.
Un problema doméstico tiene la suficiente fuerza para un “repliegue temporal” de China en los escenarios de Medio Oriente principalmente Irán, el Mar Rojo y los desafíos del libre tránsito marítimo en esa congestionada y convulsionada región. ¿Hacia dónde se moverá China?
El complejo escenario de un “potencial repliegue” de China sobre el curso de las acciones entre los Estados Unidos de América e Irán, ante una escalada del problema doméstico puede detonar una jugada de impactos múltiples en diversas regiones del mundo, y en agendas críticas donde la Unión Americana y el Dragón Rojo tienen abiertos frentes de confrontación.
Los flancos internos en el devenir de la historia son los temas que exponen la fragilidad y vulnerabilidad de una nación, la respuesta de China ante el desafío por la confrontación en Hong Kong que tiene los ojos del mundo puestos en ella, dejará ver una parte del potencial de China para resolver una posible jugada que lo obligue a sacrificar algunos activos en aras de garantizar la gobernabilidad doméstica.
El acontecer en Hong Kong tendrá un impacto a considerar en las próximas semanas sobre el complejo concierto global de la confrontación en la agenda estratégica de los Estados Unidos y China.
Twitter: @ecarcanog