Una empleada de Bomsa acusa de amenazas a la abogada Castro González, defensora de Enrique Lara González
El 17 de agosto de 2014, dos días después del homicidio del doctor Felipe Triay Peniche, su colega y amigo Enrique Lara González adquirió en una tienda de línea blanca dos equipos de aire acondicionado que pagó con la tarjeta de crédito del asesinado, según declararon ante los jueces del caso dos empleados que lo atendieron.
Durante la audiencia celebrada el viernes pasado en el Juzgado Segundo de Oralidad, una de los testigos, Verónica del Socorro González Estrella, acusó de amenazas a la abogada de la defensa, licenciada Patricia Castro González.
Señaló que, en enero de 2015, fue citada a una Agencia del Ministerio Publico para que informara de una venta de unos equipos de aire acondicionado que ella efectuó como empleada de la tienda Bomsa, sucursal de Plaza Las Américas, el día 17 de agosto de 2014.
En esa comparecencia se encontraba la licenciada Castro González, abogada defensora del Dr. Enrique Lara, quien concluida la diligencia la abordó en los pasillos de la Fiscalía General del Estado para advertirle con voz retadora que tuviera mucho cuidado de inculpar a su defendido ya que no sabía las consecuencias que le pudiera acarrear.
Presentada esa denuncia contra la abogada Castro González, Verónica manifestó a los Jueces, que el 17 de agosto del 2014, alrededor de las 11 de la mañana se presentó en la tienda Bomsa, en Plaza Las Américas, un hombre de tez clara, como de 1.65 metros de altura, con peinado todo hacia atrás de la cabeza y con barba de candado, y que con posterioridad y derivado de la publicidad en los medios del presente juicio, se percató que se trataba del Dr. Enrique Lara González, a quien, a pregunta expresa de los fiscales, identificó personalmente y sin lugar a dudas.
Agregó que esa persona estaba interesada en la compra de cuatro equipos de aire acondicionado de 12,000 Btus cada uno; al escuchar la plática con el cliente, el gerente de la tienda, José Matías Ku Ceh, propuso que en lugar de adquirir 4 equipos de 12, mejor se llevara dos de 24,000 Btus cada uno, de la marca Smartech que es propia de las tiendas Bomsa, a lo que accedió dicha persona y solicitó un presupuesto, ya que quería cotizar en otras tiendas.
Ese mismo día, continuó, como a las20:30 horas, se presentó de nuevo el Dr. Enrique Lara para manifestarles que estaba de acuerdo con el precio de los aires acondicionados y quería realizar la compra, que pagó con la tarjeta de crédito del banco HSBC del difunto Dr. Triay Peniche, y entregó como identificación la cédula profesional del propio Dr. Triay, lo anterior para aprovechar que en la foto de ese documento el Dr. Triay estaba peinado con el pelo hacia atrás de la cabeza y que lucía una barba de candado, tal como el propio Dr. Enrique Lara.
Dijo también que Lara no se llevó de inmediato los aires acondicionados adquiridos, sino que regresó por ellos al día siguiente, lunes, como a las 20:30 horas.
En la misma audiencia compareció José Matías Ku Ceh, quien ratificó todo lo señalado por su compañera. Dijo no tener duda alguna de que la persona que fue a comprar los aires acondicionados a Bomsa fue el Dr. Enrique Lara, a quien previo señalamiento de los fiscales identificó plenamente por estar presente en ese momento en la audiencia.
Además de ratificar todo lo que declarara Verónica González, añadió que ese lunes 18 de agosto ayudó a introducir los dos equipos de aire acondicionado a una camioneta Nissan, Rogue, negra, que el cliente le señaló como de su propiedad, y dijo que para que cupieran hubo que abatir los asientos traseros hacia delante, y que al estar metiendo los equipos se percató que en el lado del copiloto había una caja grande de color gris con verde de una impresora.
Ante tales comentarios, los fiscales le pusieron a la vista fotografías de la camioneta propiedad del Dr. Triay Peniche, las cajas encontradas en el interior de la misma con el cadáver del galeno, y las cajas de los compresores de los aires acondicionados adquiridos por el propio Lara González, y que se encontraron durante el cateo realizado a la habitación que el otro inculpado, Pablo Santos García Gutiérrez, en la Colonia García Ginerés, y el testigo las identificó.