La sociedad, qué gana y qué deja de ganar
El fin de un periodo y el principio de otro es inevitable cuando de mandatos gubernamentales se trata, al margen de las filias y fobias político-partidistas, lo que vale la pena destacar es lo que la sociedad gana o deja de ganar.
Las ofertas políticas apuestan a nuevos modelos, los tiempos de la hegemonía de tal o cual partido poco a poco se va diluyendo, ya no hay fuerzas partidistas supremas, hoy se fortalece más que nunca la idea de las candidaturas independientes o de las alianzas con uno o más partidos.
Hoy por hoy, los ciudadanos somos testigos de las diferentes formas de contender en la arena política de cara a los nuevos tiempos y de cómo unas sustituyen a las otras, que se gana con lo nuevo y qué se perdió con lo viejo.
En Quintana Roo, antaño bastión del tricolor, la alternancia del poder ya es una realidad con un gobernante emanado de la alianza PAN-PRD algo que hasta hace algunos años, se antojaba imposible. Los cambios algo bueno traen, reza la sabiduría popular, y en este caso no deberá ser la excepción.
En Yucatán, tradicionalmente bipartidista, en donde el PRI y PAN han disputado batallas épicas por el poder, ya se conoce el fenómeno de la alternancia en los diferentes niveles de gobierno, tal concepto ha dado como resultado un interesante reacomodo de grupos, que va de lo más sutil a lo más ríspido y amargo. Aprender, tiene sus bemoles.
Aunque el 2018 está un poco lejos aún, los aspirantes empiezan a surgir y esgrimen ya sus cualidades, derechos y argumentos para tal o cual puesto, lo cierto del caso es que se está empezando a calentar el ambiente; la sociedad en general, sin duda, estará muy pendiente de la oferta política para ver qué gana y qué deja de ganar… Y valdría la pena agregar: A cambio de qué.