El Departamento de Comercio de Estados Unidos anunció este lunes la imposición de un arancel del 21% a las importaciones de jitomate provenientes de México, una medida que representa un nuevo golpe a las exportaciones agrícolas del país y que podría tensar aún más las relaciones comerciales bilaterales.
La decisión se basa en la reactivación de una investigación por prácticas de “dumping”, iniciada tras denuncias de productores estadounidenses que acusan a los exportadores mexicanos de vender el producto por debajo de su valor justo de mercado. De acuerdo con las autoridades estadounidenses, existe evidencia preliminar que justificaría la aplicación del impuesto compensatorio.
Este nuevo arancel podría afectar significativamente a los productores mexicanos, ya que México es el principal proveedor de jitomate a Estados Unidos, con exportaciones que superan los 2 mil millones de dólares anuales. Además, el sector genera cientos de miles de empleos, especialmente en estados como Sinaloa, Baja California y Michoacán.
Exportadores mexicanos y representantes del sector han manifestado su inconformidad y advierten sobre posibles represalias comerciales. La Secretaría de Economía de México informó que ya analiza el caso y tomará las medidas necesarias para defender al sector nacional, incluyendo la posibilidad de acudir a mecanismos de resolución de controversias del T-MEC.
Con esta medida, se reaviva la disputa comercial en torno al jitomate, un tema que ha sido constante en las relaciones entre ambos países desde hace más de dos décadas.
