El lunes 14 de abril de 2025, Estados Unidos repatrió a México a 13 ciudadanos mexicanos condenados por delitos de narcotráfico, en cumplimiento del Tratado Internacional de Transferencia de Prisioneros firmado en 1977 entre ambos países. La entrega se realizó en la frontera entre El Paso y Ciudad Juárez, y los reclusos fueron trasladados a un centro penitenciario federal en Nayarit.
Los prisioneros, cuyas identidades no fueron reveladas, cumplían sentencias en Estados Unidos por delitos relacionados con el tráfico de cocaína, metanfetamina y fentanilo. El Departamento de Justicia estadounidense indicó que la transferencia permitirá un ahorro superior a los 3 millones de dólares, al evitar los costos asociados a los 75 años restantes combinados de condena que debían cumplir en cárceles estadounidenses.
Este traslado se produce semanas después de que, el 27 de febrero, el Gobierno mexicano entregara a 29 capos del narcotráfico a Estados Unidos por razones de “seguridad nacional”, sin aplicar el tratado de extradición habitual. Dicha acción se enmarcó en un contexto de tensiones políticas por amenazas arancelarias del entonces presidente Donald Trump.
Actualmente, México mantiene solicitudes para obtener la extradición de Ismael “Mayo” Zambada, cofundador del Cártel de Sinaloa, quien fue detenido en territorio estadounidense en julio del año pasado y enfrenta un juicio por narcotráfico en una corte de Nueva York.
Estas acciones reflejan la cooperación bilateral en materia de seguridad y combate al crimen organizado transnacional entre México y Estados Unidos.
