El abanico escuchò en la plaza la palabra beso. Y se la susurrò a otro abanico, que a su vez escuchò verso. Entonces se iniciò un rosario de abanicos todos en el frufrú de su latido oyendo vocablos que se iban transmitiendo de vaivén en vaivén… Y mientras iba cayendo la cálida tarde…
…en oro y lila sobre un albero de ilusiones la plaza se cubriò de palabras que volaban por el aire tras escucharse las ovaciones… Beso en verso, alma en atardecer, lance de seda, aroma y torería, pañuelos en danza… Fue la tarde en la que hasta los abanicos hablaron… Así tan culta y llena de arte es la fiesta del toreo!
Dedicado a cada persona que engrandece el toreo
Dedicado a Alex y Jon por tan excelente acogida ayer
Dedicado a Inma, Venta del Curro, un placer!
Dedicado a Luis Carrasco, hoy y siempre, con todo cariño