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El ahogo: un asesino silencioso

Anjanette Gautier
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Por Anjanette Gautier

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La mayoría de los padres sabemos que cuando los niños no hacen ruido, es momento de vigilar y ver qué es lo que está ocurriendo. Sin embargo, muchos olvidamos este mismo conocimiento cuando estamos en el agua. Desgraciadamente, el ahogamiento es un asesino silencioso y que se puede presentar de maneras que desconocemos.

A pesar de que los medios nos repiten constantemente lo importante que es tomar precauciones en el agua, pocos sabemos exactamente cómo distinguir cuando alguien está en peligro de ahogarse.

Cuando pensamos acerca de lo que puede ocurrir cuando una persona se ahoga, la mayoría tenemos en mente la imagen de lo que hemos visto en la televisión. Sin embargo, las personas que se están ahogando no gritan, salpican ni pueden hacer movimientos bruscos para llamar nuestra atención. El ahogamiento es algo silencioso.

Y esto es algo que como padres debe de preocuparnos mucho, pues, de acuerdo a los estudios del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos, o CDC por su nombre en inglés, esta es la segunda causa de muerte accidental en niños menores de 15 años. De aproximadamente 750 niños que se ahogarán este año, cerca de 375 lo harán a unos metros de alcance de un adulto. En la mayoría de estos casos, los padres estarán mirando a sus hijos y no tendrán idea de lo que está ocurriendo.

Esto es porque el comportamiento de la víctima en una situación de ahogo es instintiva y diferente a lo que imaginamos, reportan el Doctor Francesco A. Pia para la Guardia Costera de los Estados Unidos.

“Cuando una persona grita y agita los brazos en el agua pidiendo ayuda, está en peligro, pero todavía está consciente y tiene la capacidad mental y pulmonar para pedir ayuda. Sin embargo, debemos estar atentos a quienes ya han pasado a otro estado, aquél en que las respuestas instintivas entran en juego y ya no pueden pedir ayuda. En este momento, están a punto de ahogarse y tenemos menos de medio minuto para rescatarlos”, escribe Pía.

Cuando una persona entra en la etapa de Respuesta Instintiva al Ahogo tendrá el siguiente comportamiento:

·       Quien se está ahogando, no puede gritar, porque cuando logra salir del agua, es para poder respirar. La boca de quien está ahogándose se encuentra debajo de la superficie del agua de manera intermitente, tienen la mirada casi perdida o miran hacia arriba. Pueden tener los ojos cerrados y el pelo en la cara.

·       No pueden buscar ayuda. La naturaleza los obliga a extender los brazos de manera lateral para intentar apoyarse y elevarse sobre la superficie del agua para poder alzar su cuerpo y la cara para poder respirar.

·       Durante todo este episodio, la víctima puede estar en posición vertical y no estar usando las piernas para moverse. Puede parecer que están tratando de nadar pero no avanzar, o parece como si quisieran escalar una escalera invisible.

El ahogo en seco

Se le conoce como ahogo en seco o ahogamiento tardío y ocurre cuando el niño ha tragado o respirado agua. Al principio todo parece estar bien, tal vez escupan un poco o se atraganten, por lo que podemos creer que no hay peligro. Pero si el agua llega a los pulmones y se queda ahí, estos pueden inflamarse y ocasionar que se les eleve la presión arterial o pueden morir en el curso de las siguientes 24 horas si no reciben tratamiento, dice la la doctora Kathleen Berchelmann.

Es imposible impedir que los niños traguen algo de agua cuando están nadando, es por eso que como padres, debemos de estar atentos a las siguientes señales,dice Berchelmann:

·       Tos persistente: si después de nadar, tus hijos continúan tosiendo, puede ser señal de que tengan agua en los pulmones. Es mejor que los lleves a que los evalúen.

·       Vómito: A veces, los problemas estomacales pueden ser causados por virus o bacterias en el agua, pero si tu hijo comienza a vomitar poco después o el mismo día en que ha nadado, puede ser a causa de otra enfermedad o de ahogo.

·       Amnesia o cambios de comportamiento: Si no recuerda algún incidente que ocurrió en el agua, está demasiado adormilado, o notas un cambio en su comportamiento, sigue tu instinto y busca ayuda médica. Lo peor que puedes hacer es acostar a un niño a dormir cuando no se ve bien o sano si la causa es ahogamiento retardado.

·       Si tu hijo ha necesitado ayuda o rescate al estar en el agua, debe de estar en observación después del incidente y recibir una evaluación médica. Puede parecer que sólo fue un susto, pero es mejor comprobar que no haya agua en los pulmones u otro daño.

Evitar una tragedia en el agua es responsabilidad de todos. No esperes a escuchar gritos, es mejor no quitarles la vista de encima a los niños.

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