El anuncio nació en enero. Igual que el hielo y las nevadas y las primeras noches de ilusión del año. El anuncio llegó un poquito antes que el día de san Sebastián: un día que ya anuncia tardes más largas.. sueña ya la primavera en los balcones…
El anuncio puso al frío el calor de la emoción. El anuncio escribió en el viento el compás de su canción. El anuncio fue un sueño, mil sueños, el final de una espera, el principio de un camino, hierbabuena en invierno, fantasía en seda y sal.
El anuncio traía magia, toreo, verdad. Era rojo como la muleta más mágica de las arenas, era puro como la esperanza, era blanco como lo que es sereno, era dorado como las luces de un vestido de torear. El anuncio es inmortal…
El cuento escribió un final diferente, caprichos de la suerte, pero el anuncio existió. Existe y existirá..
Juan Bautista ponía fin un día como hoy del año pasado a la larga espera por el retorno de Talavante.. el anuncio creó felicidad
A Juan Bautista
A mi mago Talavante. No muchas cosas son para siempre, algunas sí. Soy talavantina desde el principio y hasta siempre
A la familia y cuadrilla de Talavante
Al toreo y a los que trabajan por y para el toreo
A los talavantinos
A mi querido Luis
Y a la gente que se emociona
A Morante: gracias por “cada san Sebastián”
