Jacob Rodriguez ya no es solo el corazón defensivo de Texas Tech. Desde este lunes por la noche, su nombre quedó inscrito entre los grandes del futbol americano universitario tras recibir el prestigioso Premio Bronko Nagurski, otorgado al mejor jugador defensivo de la NCAA. El apoyador mexicoestadounidense, de 1.85 metros de estatura y 104 kilogramos de potencia, fue homenajeado en el Centro de Convenciones de Charlotte, donde su desempeño en la temporada 2025 lo colocó entre la élite de la historia reciente.
Conocido por su bigote oscuro que los aficionados imitan como símbolo de identidad y orgullo, Rodriguez firmó una campaña monumental: 114 tacleadas, cuatro intercepciones, siete balones sueltos forzados, dos recuperaciones y una captura. Su impacto fue tan profundo que los Red Raiders consolidaron la quinta mejor defensa del país, permitiendo apenas 254.4 yardas por partido y clasificando por primera vez al Orange Bowl del Día de Año Nuevo.
Texas Tech cerró la temporada con marca de 12-1, coronándose campeones de la Big 12 y convirtiéndose en el cuarto sembrado del College Football Playoff. El equipo, impulsado por una defensa impenetrable bajo el liderazgo de Rodriguez, logró una hazaña que solo Alabama había alcanzado desde 2018: ganar 12 partidos por más de 20 puntos. Entre esas victorias destaca la contundente paliza de 34-7 sobre BYU en el campeonato de la conferencia.
La figura del apoyador se amplificó aún más en noviembre, cuando selló una actuación dominante ante BYU con 14 tacleadas y dos recuperaciones de balón. Tras esa victoria de 29-7, Rodriguez hizo la icónica pose del Trofeo Heisman. Más tarde explicaría que “mis compañeros querían que lo hiciera. Fue una descarga de adrenalina”, un gesto que incluso inspiró al quarterback de los Kansas City Chiefs, Patrick Mahomes, a compartir en redes sociales: “¡Que lo lleven a Nueva York! @HeismanTrophy”.
La victoria de Rodriguez lo coloca en una lista de nombres legendarios como Aaron Donald, Chase Young, Will Anderson Jr., Luke Kuechly y Charles Woodson. Un reconocimiento que confirma su peso histórico y proyecta su nombre hacia un futuro prometedor, tanto en el College Football Playoff como en la antesala del futbol profesional.
Texas Tech aguarda ahora al ganador entre Oregon y James Madison para los cuartos de final, con una semana de descanso para ajustar detalles. Lo único seguro es que, con Jacob Rodriguez comandando la defensa, los Red Raiders llegan como un contendiente real y sin complejos. El premio Nagurski solo confirma lo que toda la temporada ya había dicho: Rodriguez es la nueva referencia defensiva del futbol universitario.


