En la pantalla, por: David Moreno.
Álvaro es un oficinista con un trabajo mediocre. Vive
entre los papeles de una notaría, mientras a su lado uno de sus compañeros busca
ser tan amigable que termina por causar molestia, escozor, irritabilidad.
Además su esposa, Amanda, comienza a adquirir reconocimiento como escritora de
un best seller no solamente en Sevilla, su lugar de residencia, sino en el
resto de España y eso es algo que él simplemente no puede soportar. La mujer
terminará harta de la frágil masculinidad de su marido y le engañará con uno de
sus promotores para después abandonarle y quedarse hasta con su querido perro.
Álvaro se mudará a un edificio, a un departamento el cual adaptará para
finalmente lograr su sueño: hacer literatura. Porque a diferencia de su ex
pareja, los delirios de grandeza del pequeño abogado son los de trascender en
el mundo de las letras. El problema es que su imaginación es limitada y su
capacidad narrativa inexistente. Asiste regularmente a un taller de escritura
en el que su pretencioso instructor le restriega cada vez que puede su falta
evidente falta de talento. Pero una ventana se abre para Álvaro con su mudanza:
Los personajes de su edificio son atractivos en términos novelescos: una
portera con serias necesidades emocionales producidas por la soledad y el
abandono, una pareja de migrantes mexicanos enfrentada entre sí por problemas
de índole económico y un viejo solitario que guarda una serie de secretos y
mucho dinero en la caja fuerte de su apartamento. El aspirante a escritor
comienza entonces a tratar de manipular a sus coinquilinos con el objetivo de
dirigir sus acciones para dar origen a la obra que siempre añoró con escribir.
Es la historia de “El Autor” un intenso drama, con tintes
de thriller, que con mucha paciencia y conocimiento del oficio narrativo
audiovisual va a desarrollar Manuel Martín Cuenca. El director andaluz va a
centrarse en el punto de vista del personaje principal para contar la historia
de una obsesión producida por la negación cada vez más profunda de la realidad.
Álvaro traduce su sueño por escribir una gran obra en la obcecación casi
enfermiza de un sujeto que cada vez es menos consciente de sus propias
limitaciones. Perderá cualquier tipo de empatía hacía sus semejantes quienes se
convertirán en simples peones del tablero de su alucinada partida de ajedrez
literario. Se irá transformando en un intento de manipulador, en alguien que
sin pudor alguno usará a sus vecinos para ir dando vuelo a un relato en el que
va a ir vertiendo párrafos sustentados en los giros dramáticos que él mismo va
urdiendo a través de una serie mentiras pensadas para conseguir sus fines. La
película se convierte en un intenso y provocador relato sobre los complejos de
inferioridad y los delirios de grandeza que surgen a partir de una personalidad
rota por ambos conceptos. La lasitud mental y emocional de un tipo que no
entiende que fracasará en su intento simplemente porque carece de todas las
herramientas para alcanzar un sueño que en realidad tiene tintes de pesadilla.
Para desarrollar un personaje tan complejo como Álvaro,
Martín Cuenca va a recurrir al enorme talento de Javier Gutiérrez. El histrión
se meterá completamente en la psicología de su personaje y pondrá al servicio
del mismo todas sus gigantescas capacidades actorales. Gutiérrez construye a un
antihéroe patético que se va entrometiendo en las vidas de quienes le rodean,
espiando, generando situaciones forzadas para encontrarse con ellos y
aprovechándose de las debilidades emocionales que poseen al mismo tiempo que irá
acrecentado la nublada visión que tiene de si mismo, la cual producida por una
completa falta de una voz propia que pueda contar al mundo de una manera única,
particular, de esa forma que tienen los auténticos autores de volcar su
imaginación y atrapar con las letras a sus lectores. La interpretación de
Javier Gutiérrez es valerosa, no duda en ningún momento en convertirse en el
insignificante hombrecito cuyas quimeras le consumirán de manera irremediable.
El Autor es un poderoso relato sobre un hombre perdido en
el desconocimiento de sus fronteras personales, aquellas que deberían marcarle
rutas distintas a las del oficio de narrar ficciones a través de las palabras.
Es a su vez la historia de ese grupo de personajes con los que se cruzará de
manera fortuita y cuyas vidas colisionarán directamente con las de quien
azarosamente les ha elegido para ser los protagonistas de una obra mediocre y
destinada a no publicarse nunca. Es el relato de un sujeto que ha perdido el
control que cree tener sobre su destino y al cual la vida terminará por
espetarle, con mucha saña, la inevitable verdad que sus propios demonios le han
ocultado tras el poderoso velo de la parvedad que despide su insulsa y cada vez
más pequeña personalidad.
La película
está disponible en Netflix.
