Por: Cristina Padín.
Sería en la madrugada… la hora bruja.. como se suele llamar. Cuando las lenguas de bello fuego bailan en las fiestas flamencas, cuando la Luna coquetea con las estrellas (es ella de sonrisa de plata y alma juguetona).. cuando el misterio se hace danza y la danza emoción y la emoción esperanza.
Sería el comienzo.
Empezaba aquel evento. Los Juegos, así le llamaban en La Aldea. Y en ellos participaban varios concursantes. Aquella madrugada, al romperse el silencio en las doce campanadas aguardadas, daría comienzo el acto. Que iba a durar varios días. Con varias pruebas.. Y ya nada más restaban horas…
Acudirían todos. Su grupo se llamaba V. De valentía. Tras la fiesta del principio quedaba el trabajo de muchas jornadas. Verdad torera, fe recia, cultura larga, educación exquisita, ole flamenco, alegría sensata, serenidad bonita, nobleza grande, opiniones diversas, esfuerzo amplio, honestidad y alma…
Eso esperaban él y ella que ofreciera su grupo. Porque así eran… otros eran groseros o mentirosos o manipuladores… Ellos no.
Sería el comienzo. Faltaban minutos…
Es un relato metafórico para
estas fechas
Suerte, Morante, el día soñado
de Sevilla me lo perdí
A mi Rosario
A mi Luis, que guapo en su
fotografía rodeado de tantos
que le quieren. Te queremos
A los M… seguimos!
A los valientes: hoy F, I, AR, D,
JM
A mi amigo Juan Carlos
A las personas con alma y con
sensatez
