El cuaderno estaba allí. En aquella tarde soleada del mes de junio. Aguardaba su momento. La hora en la que la chica apareciera con su pluma y escribiera y escribiera…
…y llenara cada una de sus blancas páginas de color y de versos y de sentimiento. De palabras llenas de verdad. De párrafos completos con abanicos de respeto y admiraciòn…
…y ese instante llegò. Y las letras tiñeron de negro cada hoja… Oraciones repletas de sensaciones y de cante y de fragmentos de alma! El cuaderno era un canto a la amistad!
Dedicado a los que reciben cuadernos con letras de amistad y admiraciòn para leer…
Dedicado a mi niño Luis…