Por: Jordy R. Abraham
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La actividad deportiva es una pieza trascendental para la humanidad. En el ámbito cultural, el ejercicio físico ha sido de significativa relevancia, como puede apreciarse en la antigua cultura helénica, dando origen a los Juegos Olímpicos que son celebrados cada cuatro años aún en la era contemporánea. La civilización maya prehispánica también practicaba el deporte con su particular juego de pelota, según nos muestran los vestigios arqueológicos. Desde antaño es evidente que la competencia deportiva contenía una carga notoria de elementos propios de rituales, e incluso de cierta solemnidad.
A través del tiempo, el deporte ha evolucionado al igual que lo han hecho las diversas sociedades alrededor del mundo. A partir del siglo pasado, muchas disciplinas deportivas se han institucionalizado, brindando mayor seriedad a las competencias. Tal es el caso de la FIFA, que regula las actividades del fútbol profesional global, por ejemplo.
Sin embargo, el deporte no es una actividad reservada a los profesionales. Por el contrario, la activación física es fundamental para cualquier comunidad sana. No se trata solo de un pasatiempo, sino que puede tornarse una parte importante de la vida diaria de cada uno de nosotros. Los beneficios de practicar deportes no se limitan al área de la salud. Sí, desde luego que la activación física conlleva múltiples resultados positivos para el bienestar del cuerpo, pero hay una serie de ventajas adicionales que suelen pasarse por alto.
El deporte es un implacable promotor de valores para quienes lo practican. Para ser un atleta se requiere de disciplina, ya que sin constancia no es posible alcanzar los objetivos trazados durante el entrenamiento. También se necesita fortaleza mental para superar las adversidades que se vayan presentando durante la preparación o la competencia. La resiliencia es determinante para que el deportista no desista en el camino por mejorar día con día. Los mencionados son solo algunas de las aptitudes que deben acompañar a quienes son apasionados de las actividades deportivas.
Ahora bien, hay otras habilidades que podemos considerar al hablar del mundo deportivo. Básicamente, la gran división en este sentido, es aquella entre los deportes individuales y los deportes colectivos. El golf o la natación, por lo general son disciplinas individuales; mientras que el básquetbol o el béisbol, son deportes que se practican en equipo. Claramente, para jugar un deporte en conjunto se precisa desarrollar la habilidad de trabajar en equipo. Para lograr una armonía en un grupo de deportistas, hacen falta muchas cosas. Sensibilidad, comunicación y solidaridad, por supuesto. Además, es imprescindible que todos los integrantes del colectivo, compartan la misma visión y las mismas metas. En otras palabras, cada miembro del equipo debe tener muy claro el mismo objetivo. La organización funcional, es otra cuestión que juega un papel crucial.
El trabajo en equipo en el deporte se asemeja a la organización latente en el tejido social. La activación deportiva nos nutre de valores, principios y cualidades útiles para la vida. Por tanto, la necesidad de inculcar en los niños y jóvenes el apego al deporte, va más allá de un tema de salud. El fomento deportivo debe de ser parte prioritaria de la agenda del sector privado y del sector público.
Afortunadamente, en la actualidad se está presentando una tendencia positiva a tomar en cuenta al deporte. En Yucatán, las autoridades gubernamentales están invirtiendo en instalaciones y mejores condiciones para incentivar a la población a practicar disciplinas deportivas. En esta entidad federativa hay mucho talento. Ahí tenemos el caso de Rommel Pacheco Marrufo, quien ha obtenido numerosas medallas en competencias nacionales e internacionales en clavados.
Si logramos activar una dinámica en la cual el deporte se vuelva habitual entre todas las personas, en un futuro no muy lejano, habrá un impacto real en la comunidad. El mundo deportivo es muy extenso. Hay cientos de deportes distintos, para todos los gustos y para cada talento. Tenemos el ejemplo de la atleta mexicana Paola Longoria. Ella es la mejor exponente femenil de ráquetbol a nivel mundial. La disciplina que practica no es muy popular, pero no ha sido impedimento para poner el nombre de su país en el plano más alto con su representación. El deporte es para todos: adultos, niños, jóvenes, mujeres, hombres, personas con discapacidad. No hay límites, más que aquellos que tú mismo te pongas en la mente. Haz que el deporte sea parte de tu vida.
