El 27 de enero de 2025, el mundo se une para conmemorar el 80 aniversario de la liberación del campo de concentración y exterminio de Auschwitz-Birkenau, un símbolo del horror y la barbarie del Holocausto. Este día recuerda la entrada de las tropas soviéticas al campo en 1945, marcando el fin de uno de los capítulos más oscuros de la humanidad.
En una ceremonia solemne realizada en el sitio que hoy es un museo y lugar de memoria en Polonia, sobrevivientes, líderes mundiales y delegaciones de distintos países se reunieron para rendir homenaje a las víctimas del nazismo. Durante el evento, se encendieron velas y se colocaron coronas de flores frente al infame portal de Auschwitz, que lleva la inscripción “Arbeit macht frei” (“El trabajo libera”).
Los testimonios de los sobrevivientes, cada vez más escasos con el paso del tiempo, fueron el eje central de la ceremonia. Personas como Eva Kor, quien sobrevivió a los experimentos médicos realizados por Josef Mengele, compartieron historias desgarradoras pero necesarias para mantener viva la memoria y prevenir que tragedias similares vuelvan a ocurrir. “Recordar no es solo un acto de respeto hacia quienes murieron, sino una advertencia para las generaciones futuras”, expresó uno de los asistentes.
El evento también contó con discursos de líderes mundiales, quienes subrayaron la importancia de la educación y la memoria histórica en un contexto donde el antisemitismo y los discursos de odio han resurgido en diversas partes del mundo. Representantes de la ONU y la Unión Europea recordaron la necesidad de combatir la discriminación y promover los valores de respeto, igualdad y tolerancia.
Auschwitz-Birkenau, ubicado en Oswiecim, Polonia, fue el mayor centro de exterminio nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Entre 1940 y 1945, más de 1.1 millones de personas, en su mayoría judíos, fueron asesinadas en este lugar. Las imágenes de los sobrevivientes liberados, demacrados y traumatizados, se convirtieron en un testimonio de las atrocidades que la humanidad es capaz de infligir.
Este 80 aniversario no solo honra a las víctimas y sobrevivientes, sino que también reitera un compromiso colectivo para que las nuevas generaciones no olviden. Iniciativas educativas, exposiciones y actividades en todo el mundo acompañaron la conmemoración, con el propósito de preservar la memoria del Holocausto y sus lecciones.
En un momento donde las voces que vivieron el horror se van apagando, la responsabilidad recae en la sociedad para mantener viva la historia, enseñarla y asegurarse de que el lema “Nunca más” sea más que palabras: un compromiso universal con la dignidad humana y la paz.
