Es una felicidad grande, una gran alegría. O tendría que serlo siempre! Los rotuladores y los lápices de colores son para la infancia, el niño tiene que dibujar y pintar y crear y soñar. No pasar pantallas.. Luis es un niño que ama el color. Y su padre, el padre del niño morantista, es un padre que fomenta mucho esa clase de juegos…
Luis tiene una hoja en blanco delante. En el colegio han pedido el dibujo de un héroe. Y a Luis sus tías le han contado leyendas sobre el Cid Campeador. Apasionantes! Al pequeño se le ilumina la mirada cuando le relatan esas aventuras, es un niño con un corazón muy épico, con un espíritu muy noble…
Dibuja y pinta. Ha dibujado a un caballero alto y firme. Estampa clásica de soldado o torero o navegante de bergantines románticos. Lleva el tipo un libro de historia en una mano, el que no lee ni sabe ni suma. Lleva una pluma blanca en la otra: es la verdad, pura. Y hojas verdes del bosque: es la esperanza y el futuro…
Es español el hombre, puede ser de Bilbao o Sevilla, de Santiago o Granada.. no se sabe, es de España. Lo pinta con mirada limpia, el que mira limpio obra bien, y con un maletín, regresa del trabajo, se trata de un tipo trabajador y luchador. Y quiere dibujar el niño a su lado familiares y amigos, su personaje es familiar, y algo taurino…
Ama el toreo! Le fascinan Morante y Pablo Aguado…
Una hoja es un espacio pequeño para pintar un héroe actual… Sigue, el niño morantista, en su empeño. Va a dibujar a lo lejos una iglesia, el tipo cree en Dios…
Dedicado a la gente de verdad
A mi Luis
A Morante
A Pablo Aguado
A cada héroe de nuestros días
A los niños