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El porvenir, asunto de todos

Alan Contreras Castillo
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Por: Alan J. Contreras Castillo.

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Los días transcurrieron y la cuenta regresiva se agotó. Hoy lunes inicia una nueva etapa en la historia yucateca en la que el Partido Acción Nacional vuelve a tener a un militante de sus filas en el domicilio conocido sobre la 59 x 60 y 62 del Centro. Por otro lado, el próximo uno de diciembre, tendrá lugar en la capital mexicana, la protesta del nuevo Presidente de la República. Ambos acontecimientos se han caracterizado por diferentes contextos que vale la pena repasar.

Si comparamos los procesos de transición del ejecutivo federal con el estatal, nos daremos cuenta de como la imagen de Andrés Manuel López Obrador llegará mermada el día que asuma la presidencia de la república, y no lo digo por decir, sino con las pruebas que la opinión pública ofrece en cuanto a la crítica sobre sus declaraciones de la situación económica del país (si se encuentra sólida o en bancarrota), de la imposibilidad de cumplir con todas sus propuestas de campaña, y de los movimientos y negociaciones de su partido en el Congreso de la Unión que dieron pie a la licencia de Velasco para regresar a gobernar Chiapas, por mencionar algunas.

En cuanto a Mauricio Vila Dosal, su imagen se proyecta serena, moderada, seria en su desenvolvimiento y con afán de consenso y participación conjunta al igual que la de las y los legisladores federales de diferentes partidos; considero que esa actitud por parte de las diversas fuerzas políticas en nuestro territorio, de mantenerse así, será clave para procurar el bien común de los yucatecos. La imagen de éste último personaje llegaría prácticamente sin ningún rasguño a una nueva era de gobierno en la historia de Yucatán, en la cual, las fuerzas políticas de oposición han demostrado además de civilidad, cooperación, coordinación, espirit de corps pero sobre todo, respeto ante las ideologías representadas en los poderes de la unión dentro de sus respectivos niveles gobierno.

Sin duda el acto de entrega-recepción local ha guardado una compostura que proyecta confianza en la psique social y dista mucho de los eventos acontecidos a nivel federal donde la transición aparenta ser una obra teatralizada donde el Presidente electo parece no haberse dado cuenta de que YA NO ES candidato y que pronto asumirá de facto la investidura de su cargo.

Independientemente de estas nuevas etapas de transición, debemos tomar en cuenta que a diferencia del ámbito federal, donde MORENA cuenta con mayoría en el Senado y en San Lázaro, además de la misma Presidencia (prácticamente pueden hacer casi todo lo que se les ocurra salvo modificar la Constitución), en Yucatán se tiene el siguiente panorama: de los veinticinco Diputados en el Congreso Local, diez son del Revolucionario Institucional, seis de Acción Nacional, cuatro de MORENA, dos de Movimiento Ciudadano, uno de la Revolución Democrática, uno del Verde y uno más de Nueva Alianza; más de la mitad de los municipios del estado están siendo gobernados por el partido tricolor (57), el estado por el PAN; las diputaciones federales quedaron dividas en tres para el PRI, una para el PAN y 1 para MORENA, mientras que la Senaduría fue recuperada por “el último mohicano del PRI” Jorge Carlos Ramírez Marín, cuyo mote se debe a que fue el único candidato del Revolucionario Institucional que ganó su escaño por la vía de los votos y no de la representación proporcional. Lo anterior presupone un esquema de negociaciones que retará la capacidad del titular del ejecutivo estatal para concretar ciertas acciones de gobierno pues, de un lado el tendrá contrapeso de un partido en el ámbito legislativo local y del otro la omnipotencia del Ejecutivo federal.

Por el bien de todos, como sociedad, espero que los adjetivos mencionados previamente para los actores políticos yucatecos permanezcan intactos y sin trastrocamientos, pero algo he de advertir, mi estimado lector, antes de que critique mi texto: también queda en nosotros hacer lo propio para coadyuvar a las mejoras de nuestro estado y país, porque a pesar de lo que pueda significar ser gobierno, no todo es responsabilidad de él. Mérida, Yucatán.

Alan J. Contreras Castillo
Director Ejecutivo de C&C Consultores
Lic. en Ciencias Políticas por la Universidad Modelo
Asesor de la LXIII legislatura- Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.

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