Por: Eduardo Ruíz-Healy.
El domingo pasado se realizaron elecciones locales en Coahuila e Hidalgo, de diputados locales en el primero y de ayuntamientos en el segundo.
En Coahuila, que es gobernado por el priista Miguel Riquelme Solía, el PRI ganó 16 de las 16 diputaciones que había en juego.
En ese estado no votó el 60.6% de los ciudadanos que podían hacerlo.
De acuerdo con el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) del Instituto Electoral de Coahuila, los votos se repartieron así: PRI: 49.31%; MORENA: 19.34%; PAN: 9.90%; UDC: 3.53%; PVEM: 2.96%; PT: 1.92%; PRD: 1.56%; MC: 1.35%.
Lo anterior significa que en Coahuila, por no haber obtenido un mínimo del 3% de los votos emitidos, perderán su registro el PVEM, PT, PRD, MC y cinco partidos estatales.
En Hidalgo, gobernado por el también priista Omar Fayad Meneses, no votó el 51% de los que podían hacerlo.
Y también falló el PREP del Instituto Estatal Electoral (IEE) porque hubo fallas debido a incumplimientos de la empresa Megaweb, que fue contratada por el IEE para encargarse de todo el proceso.
Así, con base en la escasa y hasta ayer no muy confiable información disponible, los 84 gobiernos municipales quedaron distribuidos así: PRI: 32; MORENA: 11 (cinco de ellas en coalición con PVEM y PT); PRD: 7; coalición PAN-PRD: 6; PAN: 5; PANAL: 5; PES: 5; PT: 4; PVEM: 3; MC: 3; PODEMOS: 2; Independiente: 1.
El PRI ganó las presidencias municipales de Pachuca, Mineral de la Reforma San Agustín Tlaxiaca, Mineral del Monte y Zempoala, entre otras.
Entre las que quedaron en manos de MORENA están Actopan, Mixquiahuala, San Salvador, Tenango de Doria, Tepeapulco, Tizayuca, Metepec, Progreso y Chapatongo.
Estos resultados pueden variar de acuerdo con la información que proporcione el IEE.
Como suele ser costumbre, después de cualquier elección que se realiza en nuestro país, muchos se declararon ganadores sin serlo y otros alegaron que perdieron debido a las trampas cometidas por sus opositores porque se niegan a aceptar que sus partidos o candidatos no son capaces de despertar el menor interés en la mayoría de los ciudadanos.
Queda claro que en esos dos estados el PRI sigue siendo el principal partido político seguido por MORENA y que el PAN ocupa un distante tercer lugar.
También se confirma lo que tantos hemos afirmado: los candidatos locales morenistas no poseen la fuerza electoral que creían tener cuando en su propaganda política no aparece el nombre de Andrés Manuel López Obrador, algo que sí ayudó a los candidatos de MORENA en las elecciones federales y locales de 2018.
En Coahuila e Hidalgo los gobernadores priistas operaron de alguna manera para beneficiar a los candidatos de su partido y así ocurrirá en 2021 en cada uno de los 12 estados en donde el gobierno local está en manos del PRI.
Lo mismo harán para apoyar a los abanderados de sus respectivos partidos los nueve gobernadores panistas, los seis morenistas, los dos perredistas y el de MC. La actuación del independiente dependerá de lo que más le convenga, mientras que el del PES, actuará conforme le digan quienes lo controlan.
Después del domingo, Riquelme y Fayad pueden respirar tranquilos, pero por muy poco tiempo porque ya deben trabajar para que la mayor cantidad de los candidatos de su partido ganen en las elecciones de 2021.
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