CIUDAD DE MÉXICO, julio5(EL UNIVERSAL).- El actor Ignacio López Tarso es un viejo lobo de mar y considera que, pase lo que pase, la obra debe continuar; dio prueba de ello cuando el pasado 20 de mayo aun con dolor terminó la función de “Un Picasso”. Treinta y cinco días después, está listo para volver este fin de semana al escenario, ese sitio que aún no es tiempo de dejar.
“No es sólo el escenario, es el teatro mismo con el público ahí, la obra, los compañeros lo que me hace volver; todo eso es inolvidable, he pasado temporadas magníficas en el teatro, he gozado muchísimo de obras, de personajes”, dijo el actor vía telefónica para EL UNIVERSAL.
Es por eso que durante su estancia en el Hospital ABC, donde permaneció por 22 días debido a un tumor en el colon que le fue extirpado con éxito, y en su tiempo de recuperación en casa, sólo pensaba en cumplir el compromiso que tenía pendiente.
“Pensaba en volver lo más pronto posible”, expresó el actor de 91 años de edad.
El protagonista de “Macario” (1960) recordó ese momento en que al bajar el telón del Teatro San Jerónimo tuvo que salir casi corriendo al hospital debido a un intenso dolor en el abdomen.
“Fue un problema del intestino. Llegué al hospital y ya no me dejaron salir, me internaron y al día siguiente me operaron; estuve ahí 22 días con una dieta terrible, de no probar ni una gota de agua y bajo un régimen muy estricto, pero ya terminó esa etapa difícil. Estoy perfectamente bien de todo, de mi estómago, de la herida, que ya no molesta nada, estoy otra vez como antes de empezar”.
Pero la felicidad de volver a casa se empañó para Ignacio López Tarso, porque uno de sus amigos ya no estaría ahí para recibirlo, su perro Bingo, quien el murió de un infarto el mismo día que él salió del hospital.
“Fue mi compañero durante 13 años, un rottweiler negro, precioso, fuimos muy buenos amigos. Pero he disfrutado mucho volver a mi casa, a pesar de que sentí mucho su muerte”.
Dicen que en los problemas y en la enfermedad se ven los verdaderos amigos, y de ello se dio cuenta el histrión, quien recibió algunas visitas durante su convalecencia.
“Aracely —Arámbula, compañera en la obra ‘Un Picasso’— me parece una persona estupenda, con gran vitalidad, con alegría, es cordial y muy amistosa, la recibieron muy bien en el hospital, fueron a saludarla doctores y enfermeras, estuvo conmigo un buen rato. También ha venido a la casa, ha estado aquí conmigo alguna vez, es una muy buena compañera”.
Con Aracely se alista para volver al teatro, para lo cual está tratando de dormir bien, descansar lo suficiente y alimentarse como lo indicó su médico, sin irritantes, ni grasas, pero sobre todo estudiando su libreto.
“Repaso, siempre repaso, aunque no haya pasado nada de todos modos repaso mentalmente todos los días la función que viene en la noche”, señaló el actor, dando cuenta de su disciplina en 65 años de carrera.
Con más de 100 obras de teatro, explicó que a pesar de su problema de salud siempre le aseguró al productor de la obra, Daniel Gómez Casanova, que la temporada seguiría.
“Desde el principio quedamos con la empresa que era un problema pasajero y que las dos o cuatro semanas que estuviera yo afuera íbamos a esperar. Sé que se han vendido boletos anticipadamente, que vamos a tener muy buenas entradas al regreso, del tal manera que tanto Aracely Arámbula y yo estaremos muy contentos de reanudar la temporada; he hablado con ella y está muy feliz”.
Su regreso está programado para este 8 de julio, aunque por el momento sólo ofrecerá una función viernes y sábados. “Estoy perfectamente bien para el viernes, ya estoy otra vez disfrutando de la vida”.
