Reflexiones en Voz Alta, por: Carlos Capetillo Campos.
carlos_capetillo@hotmail.com / @carloscapetillo
Yo soy de los que desean intensamente que
al Presidente López Obrador le vaya muy bien en su gobierno, porque así le irá
bien a México y por supuesto a los mexicanos.
También creo que sabe muy bien lo que
quiere, el problema estriba en que no tiene un equipo de colaboradores que sepa
cómo llevar a cabo lo que quiere.
Su equipo lo integró no en función de su
capacidad para resolver los problemas del país, sino posiblemente a la lealtad
que le profesen y esta etapa de aprendizaje le está costando muy caro al país.
El Presidente quiere acabar con la
corrupción y yo y todo mexicano honesto queremos lo mismo.
Y si decidió empezar por el robo de
gasolina, adelante, pero debe hacerlo con una estrategia que no cause el daño
que viene causando a los mexicanos este combate.
Y él tiene que dar la cara en sus
conferencias mañaneras y por mucho que conozca el país y a los mexicanos, ya
que 18 años recorriendo el país en intensa campaña le da ese conocimiento, sin
embargo, el poder de las palabras en campaña es muy fuerte, pero en el
ejercicio del poder, los resultados es lo que cuenta.
Desde hace mucho tiempo he insistido en
que la mejor forma de terminar con la corrupción es terminar con la impunidad.
Desde hace días se declara que saben muy
bien lo que pasa en cada uno de los escenarios, en las plataformas, en los
ductos, en las oficinas de Pemex, en los transportes y cuáles son las
gasolineras involucradas, por lo que deben de estar debidamente documentadas
estas irregularidades e ilícitos y proceder a las denuncias y detenciones
correspondientes, porque hasta ahora se nos dice en qué consiste y cómo lo
realizan y que ya tienen intervenidas cuentas bancarias de tres responsables y
que ya presentaron ante las autoridades correspondientes las denuncias correspondientes,
pero la opinión pública no conoce a estos personajes.
Y como según las encuestas la popularidad
del Presidente aumenta en cada una de sus acciones, pues a lo mejor ese es el
objetivo.
En la conferencia de prensa para informar
de la reunión de los gobernadores de los estados más afectados con las Secretarías
de Gobernación y Energía y el de Seguridad Pública, brilló por su ausencia el director
general de Pemex, a lo mejor como es Ingeniero Agrónomo de formación, no se
siente cómodo en su actual responsabilidad o a lo mejor después del fracaso de
la comisión que fue a Nueva York, que se reflejó en las finanzas de Pemex en
forma importante, el Presidente ha decidido tenerlo en resguardo. Pero la
Secretaría de Gobernación informó que hay más de mil setecientas carpetas de
investigación, pero por la secrecía del caso no se informa, pero los mexicanos
esperamos que no sean los de intendencia los denunciados, sino los verdaderos
saqueadores y con la tecnología de hoy en día, ya no se permita más robo del
combustible. Desde hace días ya se sabe de cinco actos de sabotaje en un tramo
de uno de los ductos importantes del Estado de Veracruz, por lo que seguramente
con la voluntad política del Presidente y la fuerza del Estado, ya será
resuelto y los culpables detenidos.
Pero mientras sucede lo que se quiera y
divierte en los memes que circulan en las redes sociales, el hecho es que
México siendo un país productor de petróleo viva hoy la paradoja, que se
refleja en importación de la mayor parte de su consumo y de una escasez como
nunca antes.
Y una breve reflexión sobre lo que se
encuentra ahora en las discusiones del Congreso de la Unión, y es lo relativo a
la Guardia Nacional, en que lo último a hoy (miércoles 16) es la disposición
del Presidente de dividir el mando de este futuro organismo de seguridad
pública, en un mando militar para la operación y un mando civil para lo
administrativo. No sé de un organismo de
tal tamaño e importancia en el mundo en cualquier época, que haya funcionado el
mando dividido. El mando y la
responsabilidad no se divide o comparte. Civil o militar, pero uno. Si los militares tienen la mayor aprobación
de la sociedad, ¿para qué le damos vueltas?