El Real Madrid comenzó la temporada 2024-2025 con una victoria de 2-0 sobre Atalanta en la final de la Supercopa, asegurando su primer título del año. Sin embargo, el partido dejó varios aspectos a mejorar, tanto a nivel colectivo como individual, que Carlo Ancelotti deberá abordar de cara a los próximos compromisos.
El encuentro se desarrolló en dos mitades con estilos contrastantes. En la primera parte, el equipo mostró una versión más espesa y lenta, encontrando dificultades para superar la presión hombre a hombre que ejerció Atalanta. La ausencia de Toni Kroos en la construcción del juego fue notable, y el equipo luchó por encontrar fluidez en su ataque. Sin embargo, en la segunda mitad, el Real Madrid mostró una cara distinta, gracias en gran parte a las destacadas actuaciones de Jude Bellingham, Kylian Mbappé y Vinicius Jr. Este tridente ofensivo brilló y fue crucial para sellar la victoria.
A pesar del triunfo, Ancelotti se lleva deberes importantes de Varsovia. En el plano colectivo, la falta de un conductor claro del juego en ausencia de Kroos plantea preguntas sobre cómo manejará el equipo situaciones similares en el futuro. Además, en el plano individual, jugadores como Aurélien Tchouaméni y Rodrygo dejaron algunas dudas. Tchouaméni, aunque sólido físicamente, sigue mostrando dificultades para salir con el balón jugado, un área en la que deberá mejorar. Por su parte, Rodrygo, a pesar de su participación en la jugada del segundo gol, falló dos ocasiones claras, lo que subraya la necesidad de aumentar su eficacia de cara a la portería.
El Real Madrid vuelve al trabajo este viernes en Valdebebas para preparar su debut en LaLiga contra el Mallorca, donde se espera que Ancelotti repita el once inicial, salvo las bajas de Alaba y Camavinga. Esta victoria en la Supercopa puede ser un presagio de una temporada exitosa, pero solo si el equipo logra pulir los aspectos que aún necesitan mejoras. Con la competencia en el equipo siendo feroz, jugadores como Rodrygo deberán esforzarse por mantenerse al nivel de los titulares, especialmente con jóvenes talentos como Güler, Endrick y Brahim Díaz presionando por un lugar en el equipo.
