Por: Marco Antonio Cortez Navarrete
Los días pasan y el recorrido por el país de los ex
funcionarios y aspirantes de Morena que buscan la presidencia, continúa a todo
lo ancho y largo del territorio mexicano.
En este contexto hoy doy mi opinión sobre estos andares y
considero que la ex jefa del gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum
Pardo, lleva la delantera a sus colegas de partido, y en la casa de enfrente,
de la oposición, sigue siendo Xóchitl Gálvez la que marca el ritmo aunque ya
con una notoria desaceleración.
Con todo y que su rostro es adusto, sus pasos un poco
lentos, una sonrisa a veces un poco forzada, y sobre todo con un tono de voz
tenue, pausado y una retórica ídem a la utilizada por el presidente, Sheinbaum
va marcando el paso de esta “etapa para la sucesión presidencial”.
Por momentos pienso que sus compañeros de partido: Marcelo
Ebrard, López Hernández y Ricardo Monreal, están conscientes de esto como
también lo está Gerardo Fernández Noroña, del PT, y Manuel Velasco, del Verde
Ecologista, quienes, para un servidor, se han tomado este periodo como un
espacio de recreo y entretenimiento, tal vez conscientes que será hasta inicios
de 2023 cuando –como el hipódromo– gritan por ahí…¡arrancan!.
Claudia y Xóchitl, en lo suyo, visitando comunidades
indígenas, vistiendo atuendos tradicionales, participando en rituales sagrados,
disfrutando de la enorme riqueza gastronómica, abrazando a cientos de personas
pero de manera especial a las mujeres que hoy, empoderadas, ven más que nunca
la cercanía para tener por vez primera una mujer en la Presidencia de México.
Cada una con sus características muy bien definidas pero con el mismo objetivo.
Por cierto, la hidalguense, en su momento fenómeno mediático
que despertó esperanzas en millones de mexicanos, ya se metió de lleno en un
enfrentamiento con el presidente López Obrador quien se ha encargado de
ventilar negocios de Xóchitl supuestamente al amparo del poder político y
Gálvez respondiendo con una denuncia contra mandatario por el ilícito de
ventilar información confidencial. Esto, creo yo, en el corto y mediano plazo
debilitará la imagen de Gálvez sin descartar que una vez más, utilizando este
tipo de estrategia AMLO la proyecte como sucedió en aquel episodio de la
senadora al tocar a las puertas de palacio nacional.
Con base en lo anterior llego al meollo del tema que expongo
hoy aquí: No olvidemos que al ser Presidente de México y fundador y líder moral
de la 4T, Andrés Manuel López Obrador tiene entre sus manos sino el mayor de
los poderes uno lo suficientemente fuerte para tomar las decisiones
constitucionales y políticas que así considere, sin importarle el impacto que
tengan y los beneficios o daños que ocasionen.
AMLO es el Presidente y aunque él grite a los 4 vientos que
ya no es como antes, sabe perfectamente bien que tiene el poder para señalar,
acusar, quitar, nombrar y de manera especial poner o al menos sugerir, y cuando
hay una sugerencia del presidente por lo general esta se convierte en realidad,
al menos en el país donde vivimos y esto, conste, no es de ahora, ha sido
siempre.
En síntesis, creo que todavía es temprano para decir quién
será la o el candidato por el partido en el poder y también por el bloque
opositor. No hay nada para nadie, así de claro. Con las actuales pasarelas el
tabasqueño observa el comportamiento de los suyos y también de sus adversarios,
los analiza y será más adelante cuando determine si será Claudia, o su hermano
Marcelo o su compadre López Hernández o, porque no, otra política o político
que la población no ve, por la dinámica actual, y mucho menos conoce.
No se me olvida lo dicho por Samuel García, el papá feliz y
gobernador de Nuevo León: ¿dejen de alborotar el gallinero y pónganse a jalar
(trabajar), aún falta mucho; será hasta principios del año cuando inicie
realmente el proceso de sucesión. Garcia, sabemos, es integrante del partido
Movimiento Ciudadano (MC), y que quede claro que no por eso podría ser el
ungido, empero, viendo las cosas fríamente el Norte del país está callado,
esperando su momento como buen tigre de bengala para dar el zarpazo.
La política en Yucatán
Del ámbito nacional, nos trasladamos al patio, a esta
hermosa tierra con sus cielos azules, mar verde esmeralda y enorme riqueza
gastronómica. Aquí también los políticos comienzan a moverse, lento, pero ya dan
síntomas de “querer”. Siendo honesto el panorama es claro: ¿Seguimos
con el estilo de gobierno y partido? o ¿damos el salto junto con los chapulines
pintados hoy de guinda pero que en sus venas hay sangre panista, priista,
perredista, verde ecologista, etc., es decir, que ya mutaron y a cómo de lugar
pretenden seguir colgados de la ubre y continuar amasando riqueza a pesar de la
que tienen y daría al menos para dos o tres de sus generaciones futuras.
Creo que solo cayendo otro meteorito como aquel de Chicxulub,
hace unos 60 millones de años, Renán Barrera no llegaría a la gubernatura de
Yucatán. La escuela, su escuela, está bien definida, Renán ya asimiló casi a la
perfección los estilos, habilidades y estrategias de Mauricio Vila, y además,
cosa rara hoy día, tiene convicciones, algo que en el mercado político está en
franca extinción. Bajo esta premisa de seguir trabajando en equipo y generar
empleos y mejores niveles de vida el señor Barrera deberá continuar lo que el
señor Vila comenzó. Desde luego, en la política no hay nada escrito y la mano
de AMLO no está exenta.
Mejor aquí le paro, no sin antes desear estén gozando sus
vacaciones. Ya vendrá el tiempo de hacer “grilla”, mientras tanto, sol, arena y
mar, son las mágicas palabras del momento. Los dejo y les recuerdo: coman y
beban con moderación, de lo contrario, el retén a la salida de Progreso los
recibirá con los brazos abiertos.
Fuerte abrazo y hasta la próxima.
