Era fantástico!! Cualquiera podía acercarse a la gruta, explicar algo, y obtener un cuento. Una historia en la que uno era el protagonista. Durante la primera semana la fila de personas que se acercaron era inmensa. Algunas eran personas buenas.. otras simplemente querían parecerlo sin serlo, otras en realidad no lo eran.. Algunos miraban por encima del hombro, exigían cada vez más cuentos donde eran héroes, los mejores, los que siempre.. y bla bla..
Ella fue porque sabía que a él le haría gran ilusión!
Ella era la novia de él. Se amaban. Y habló poquito sobre el chico, sobre su bondad y sus buenas formas..
“El vendedor de tesoros vive en este pueblo y tiene un corazón que se viste con los cantares de amor que le regalan los labios de su enamorada. Es trabajador y decente, un tipo de alma sana que no dice mentiras, que fue bendecido por Dios con el don de la simpatía. Humilde y sereno se dedica en sus ratos libres a vender tesoros. A precios razonables, para que el que los compra pueda ser feliz. Vende retablos de ayer, carteles antiguos, cartas con un dibujo de Manolete…”
Ese fue el cuento que salió. No hay que presumir de ser, hay que ser, y él lo era. Ella y él eran buenos. Y morantistas. Y de Urdiales…
Dedicado a Emi
Y a María
Al fantástico grupo Albriux
A la memoria de Manolete
A Morante y a Urdiales
A Luis
A Carlos
A cada tesoro: un tesoro puede ser de mil maneras
A los cuentos y a los que aprecian los cuentos