El multimillonario Elon Musk, dueño de empresas como Tesla, SpaceX y X (anteriormente Twitter), ha mostrado un interés creciente en América Latina, tanto por sus recursos naturales como por su afinidad ideológica con ciertos líderes políticos de la región. La expansión de Musk en América Latina se puede observar a través de sus inversiones en sectores estratégicos, como el litio y las telecomunicaciones, además de su cercanía con figuras políticas afines a su visión económica y social.
Uno de los intereses económicos más destacados de Musk en la región está vinculado al “triángulo del litio”, conformado por Argentina, Bolivia y Chile, que alberga más del 50% de las reservas mundiales de este mineral crucial para la producción de baterías eléctricas. Aunque Tesla no ha anunciado oficialmente la apertura de operaciones en esta zona, la importancia de estos recursos para sus vehículos eléctricos es evidente.
En México, Musk también anunció en 2023 la construcción de una planta de Tesla, aunque su implementación fue postergada debido a la incertidumbre electoral en Estados Unidos. Este retraso muestra cómo Musk condiciona parte de sus decisiones empresariales a factores políticos, apoyando explícitamente a Donald Trump en las próximas elecciones.
Además de sus proyectos industriales, Musk ha expandido su empresa de internet satelital Starlink en varios países latinoamericanos, permitiendo el acceso a internet en zonas remotas. Sin embargo, su plataforma X ha enfrentado controversias, especialmente en Brasil, donde fue bloqueada temporalmente por negarse a cumplir con regulaciones locales para combatir la desinformación. A pesar de estos conflictos, Musk mantiene una postura firme sobre la libertad de expresión, aunque su interpretación es vista como alineada con intereses políticos y económicos.
Musk también ha cultivado relaciones cercanas con líderes políticos como Javier Milei en Argentina y Jair Bolsonaro en Brasil, ambos representantes de movimientos políticos de derecha. En estos vínculos, Musk ha encontrado aliados que comparten su visión de un Estado mínimo y su defensa de la libre empresa. La conexión con Milei, en particular, se ha reforzado en los últimos meses, con el empresario elogiando las reformas propuestas por el argentino y calificándolas como un “modelo útil para el resto del mundo”.