Un incendio forestal de rápida propagación, denominado “Franklin”, ha consumido aproximadamente 900 hectáreas en Malibú, California, desde la noche del lunes 9 de diciembre. Impulsado por los fuertes vientos de Santa Ana, el fuego ha obligado a la evacuación de miles de residentes y amenaza alrededor de 2.000 estructuras.
Las llamas han cruzado la emblemática Pacific Coast Highway, afectando tanto a viviendas como a negocios, incluido el histórico muelle de Malibú. Aunque inicialmente se temió por su integridad, las autoridades confirmaron que el muelle no sufrió daños significativos.
Pepperdine University emitió una orden de refugio en el lugar para sus estudiantes, quienes se resguardaron en la biblioteca y otros edificios del campus. “Ver cómo las llamas crecían y ese brillante color rojo del fuego volviéndose más intenso fue aterrador”, expresó la estudiante Gabrielle Salgado. Las clases y exámenes finales programados para el martes fueron cancelados.
El Departamento de Bomberos del Condado de Los Ángeles ha desplegado más de mil bomberos para combatir el incendio, utilizando helicópteros y otros recursos aéreos. Sin embargo, las condiciones meteorológicas adversas, con vientos de hasta 65 mph, han dificultado los esfuerzos de contención, que hasta el momento es del 0%.
Las autoridades han establecido centros de evacuación y han instado a los residentes a seguir las órdenes de evacuación para garantizar su seguridad. La causa del incendio aún está bajo investigación.