El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, sostuvo una reunión con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, en la finca Mar-a-Lago en Florida, para abordar la reciente amenaza de imponer aranceles del 25% a productos canadienses. Trudeau calificó el encuentro como una “excelente conversación”.
Durante la cena, que se extendió por aproximadamente tres horas, ambos líderes discutieron temas clave como comercio, seguridad fronteriza, la crisis del fentanilo, defensa, Ucrania, la OTAN, China, Oriente Medio y la próxima cumbre del G7 en Canadá.
Trudeau expresó su preocupación por los posibles aranceles, señalando que “no solo perjudicarían a los canadienses, sino que también aumentarían los precios para los ciudadanos estadounidenses y dañarían la industria y los negocios de Estados Unidos”.
Por su parte, Trump describió la reunión como “muy productiva” y enfatizó la necesidad de colaboración para abordar la crisis de opioides y el comercio justo.
Sin embargo, no se ha confirmado si la amenaza de aranceles ha sido retirada.
A la reunión asistieron, por parte de Canadá, el ministro de Seguridad Pública, Dominic LeBlanc, y la jefa de gabinete de Trudeau, Katie Telford. Del lado estadounidense, estuvieron presentes el asesor de Seguridad Nacional designado, Mike Waltz, el próximo secretario del Interior, Doug Burgum, y el nominado para secretario de Comercio, Howard Lutnick, entre otros.
Este encuentro se produjo tras el anuncio de Trump de imponer aranceles del 25% a las importaciones de Canadá y México si no se toman medidas para controlar el flujo de drogas y migrantes hacia Estados Unidos.
Trudeau destacó la importancia de la relación entre ambos países y la necesidad de trabajar juntos en estos desafíos compartidos.
