Por: Ismael Méndez Camargo.
Quieren
servicios y muchos no cumplen en los diversos impuestos.
Empezó la llamada cuesta de enero, luego de un mes lleno de gastos y despilfarros con motivos navideños y fiestas decembrinas, que las familias disfrutaron con el apoyo de bonos especiales, aguinaldos y engañosas promociones, que a nivel nacional invadieron el panorama de las compras, con ofertas engañosas de las tiendas departamentales, y nuestra Mérida no podían escapar de tentaciones subyugantes, sin pensar que en el año que empezó vendrían unas cascadas de pagos y erogaciones como cada principio de año, que volvieron a la triste realidad a muchas familias que ahora reniegan de todo lo que se llame pagos de toda índole, y los prediales acaparan el escenario monetario del dos mil veintitrés.
Son muchas las inconformidades en los pagos del mencionado rubro por el aumento en muchos de los casos, que aún con importantes descuentos durante el mes de enero, trajo quejas y molestias, afectando los bolsillos de la gran mayoría de los propietarios, que durante muchos años pagaron impuestos prediales muy por debajo de los valores catastrales de sus predios y más aún cuando muchos inmuebles, manifestaban aumento de áreas de construcción conforme a los permisos de construcción, que se reflejan en las solicitudes e inspecciones físicas, como también por vía satelital como se utiliza en la actualidad y también por las visitas de los inspectores que peinan las calles de nuestra ciudad capital, y que en muchas ocasiones los propietarios no las reportan o hacen más ampliaciones que las solicitadas en sus permisos.
Comentan muchas personas, sobre todo las que son padres de familia con hijos en edad escolar de diversos niveles, que el pago del predial es la cereza del pastel de todas las erogaciones que tienen que hacer, pues deberán pagar inscripciones semestrales, si se trata de escuelas públicas, además de algunos libros de texto, y los insumos para el desempeño escolar. Fuera del ámbito de los estudios de los hijos, vienen los pagos normales de los servicios del hogar, además que una gran parte de la población hace pagos mensuales de créditos hipotecarios, de automóviles adquiridos por el sistema de financiamiento, de tarjetas bancarias y pagos de los llamados abonos chiquitos de las grandes tiendas, y en muchos casos se ven reflejadas en las grandes filas en las casas de empeño y micro financieras.
El pago predial ha sufrido un incremento por el ajuste a la revalorización de las cédulas catastrales y que es un movimiento nacional y Mérida no es la excepción, pues hay predios que navegaban catastralmente en pagos muy por debajo de su realidad, y por consiguiente había una reducción que no era real en los prediales, y muchas propiedades estaban sub valoradas. Los ciudadanos no toman en cuenta, que cada vez que hay movimientos en el registro público de la propiedad, en cualquiera de sus manifestaciones, sobre todo en compraventas de predios, adquisición de nuevas viviendas adjudicadas por constructoras en los múltiples fraccionamientos, colonias, privadas residenciales y también las viviendas en la modalidad de departamentos, towns y el régimen de condominios, tanto para uso habitacional o de oficinas, sin olvidar la compraventa de lotes de todo tipo como terrenos de diversos usos y servicios inherentes al bien raíz.
Los valores catastrales en Yucatán y particular en Mérida son de los más accesibles del país y sobre todo en el sureste de nuestro país, como también los pagos de los servicios que proporciona el gobierno estatal y municipal, como agua potable, cobro de derechos de piso para mercados, los del uso del suelo en negocios y oficinas son de los más bajos comparados con los de otras ciudades como Cancún, Playa del Carmen, Campeche, Villahermosa, Ciudad del Carmen, etc. Estamos conscientes que todos los servicios, alimentos, combustibles han subido en una escalada inusual de precios dada a la mala administración del actual presidente de la república, pero también es palpable que la administración del alcalde Renán Barrera Concha ha tenido un buen avance en servicios, con estrategias inteligentes de acuerdo al presupuesto municipal disponible, con un panorama real, nunca visto en alguna función de alcaldes de Mérida, y más aún con una ciudad que ha crecido mucho y que requiere de servicios de calidad, que ninguna ciudad del sureste tiene en la actualidad.
Siendo sinceros, muchos años estuvimos en una zona de confort con prediales muy cómodos, por no decir bajos y que desde hace varias décadas pagábamos muy debajo de la realidad catastral y ahí nadie decía nada acerca de este tema, pero si llovían las quejas por la falta de algún servicio, principalmente en servicios públicos como luminarias, drenaje, parques y jardines, basura, bacheo, pero muy pocos ciudadanos fueron capaces de reportar sus necesidades al número de Ayuntatel, y los que más exigían eran los que menos cumplían en varios aspectos y qué necesidad tenía el Ayuntamiento de efectuar rifas de automóviles, y otros artículos para que los ciudadanos se les motivara para realizar sus pagos, cuando es una obligación pagar para luego recibir los servicios que soliciten, y es que desde hace varios años los propietarios de los inmuebles, tienen la posibilidad de pagar con tarjetas bancarias, hasta con meses sin intereses.
Como en muchas administraciones municipales, la de Mérida no es la excepción en la aplicación de descuentos en los tres primeros meses, apoyos a los adultos mayores, con discapacidad, así como a los dueños de inmuebles que tienen paneles solares en apoyo al medio ambiente, y las llamadas azoteas verdes, para colaborar con la oxigenación de nuestra ciudad blanca. Tampoco se puede olvidar de los descuentos de quien paga el servicio de recoja de basura en una sola anualidad, y desde hace un par de años en el plan del buen fin se ofrecen apoyos en pagos sin recargos y multas para las personas morosas. Tenemos una ciudad con servicios de nivel aceptable y no lo reconocemos. Creo que todos los ciudadanos debemos programarnos para cubrir nuestros impuestos, que luego vuelven en algún tipo de beneficio social; si acaso podemos hacer una observación que es válida, y que la población objeta ya que los aumentos debieron ser programados para evitar este conflicto pecuniario al efectuar erogaciones muy fuertes. Colofón de este tema claro obscuro para exigir hay que cubrir el rubro de los impuestos.