Aquí estamos de nuevo, interpretando a los sabios de la política; arte o las intrigas, o más bien para otros dedicados llamada en su contesto descompuesto como la politiquería.
Hoy como sucede en buena parte del mundo los seres humanos han dejado de generar conocimiento, en olvido está la construcción de nuevas formas del pensamiento a partir del análisis, reflexión y evaluación de nuestra convivencia.
Actividad que según los que saben, fue la decisión de llegar al buen común, en donde tendríamos las mejores condiciones para desarrollarnos, protegernos y obtener los bienes ara nuestra estabilidad.
Sin embargo, a pesar de todo lo vivido nos hemos convertido en seres repetitivos, conformistas y hasta no más, personas que prefieren los bienes, sin contribución de ninguna índole.
Convertidos ya en sujetos en condición de endulzamiento, raro no es, que en los diferentes contextos de la convivencia, seamos engañados, una, otra y otra vez.
La falta de visión acerca de la creación de nuevo conocimiento, está permitiendo que olvidemos el pasado, que no seamos capaces de recordar lo vivido, pero sobre todo, aquello que ya tanto daño nos hizo en el pasado.
La amnesia disociativa, que de acuerdo a conocedores del tema esto esoriginada por un acontecimiento traumático o estresante, que produce una incapacidad para recordar información importante.
De esa forma llegamos al tema, el juego de la política y más bien de la politiquería, olvidando la perversidad de quienes se olvidaron en su momento del verdadero significado de la política: El arte de gobernar para dar reglas que generen el buen común.
El juego que los actores que tienen el poder político, fluctúa entre la política y la politiquería, siendo incongruente en la forma y el fondo, la conexión del razonamiento se ancla en la incongruencia.
El juego del tapado, método arcaico utilizado por los autoritarios hombres y que controlaron el PRI, inventado para controlar sucesiones de toda índole, parece hoy retomar los escenarios regionales, sin embargo llegó una nueva denominación con distinto nombre, pero con las mismas reglas, lo cual no cambia mucho ni nada el control de las sucesiones.
El inquilino de palacio, excelente alumno de grandes discípulos hoy se encuentra en el dilema de la denominación que hará al método que utiliza.
Sus primeros pasos, han resultado con características muy compatibles con el tapado, pero el sabe muy bien el juego de las corcholatas, su cercanía con el fundador, le embelesa el oído para jugar el mismo juego.
Cosa curiosa, los jugadores saben de las reglas de ambos juegos para la sucesión, aun si si interesan en las apuestas.
Desde lo más recóndito de los entramados muros de palacio, las huestes del inquilino ya se frotan las manos para llegar a la primera gran batalla dispuesta por el emperador, los contrincantes no están lejos, solo los separan dos calles.
Los espíritus del pasaje pichetas, están atentos a los túneles que comunican los palacios del poder.
Cuentan que la cercanía de Paz, no es algo descabellado, simplemente que s una estrategia.
¿Qué extraño poder tiene la figura del Cid? Veremos amigo si el inquilino logra ser el CID, con su siguiente jugada
Demócrito de Abdera