Mérida, Yucatán, a 06 de agosto de 2024.- Durante la noche del pasado domingo 4 de agosto se registró la caída de una ceiba con una antigüedad de cien años (con tres metros de ancho y veinticinco de altura) en la comisaría de Xocén, Valladolid, causando un socavón enorme de 25 metros de diámetro; el temor se hizo presente entre todos los espectadores que vieron el hoyo en la tierra.
Un socavón es cuando se apertura de la tierra, originando un hoyo que puede tener diferentes tamaños. En una explicación más técnica, se indica que cuando las subcapas ya no son capaces de soportar los sedimentos y es entonces que la superficie colapsa.
El gran y viejo árbol se hundió al mismo tiempo que la tierra se abría en esa zona, debido a un cenote que se encuentra en la misma área. Por la continua humedad generada en el cuerpo de agua se debilitó el piso donde yacía el enorme ejemplar que desplomó.
El enorme socavón es un hecho sumamente raro e inusual en Yucatán, por lo que habitantes de la comisaría demostraron temor, miedo e incertidumbre a lo que pueda ocurrir después de la noticia. Según lo especificado, el socavón apareció después de las 10:30 de la noche y los elementos de la policía municipal se hicieron presentes en el lugar gracias a los constantes reportes; afortunadamente, no hubo personas lesionadas.
Hasta el momento, siguen las investigaciones para determinar las razones de este impredecible suceso, pues efectivamente parte de la humedad, pero pudo ocasionarlo algo más. Las autoridades mantienen en resguardo la zona por la probabilidad de otro desplome, agrandando el tamaño del hoyo.
También se hicieron presentes los bomberos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), quienes apoyaron acordonando el área para evitar cualquier posible percance o consecuencia fatal relacionado con el socavón.
El alcalde junto con el Ayuntamiento de Valladolid indicó que esperarán los dictámenes de Protección Civil sobre lo ocurrido y mantendrán vigilado el cenote ante cualquier suceso.
Con información de José Enrique Avilés Laines.
