Y lo llamó por su nombre: Raúl Paz Alonzo; y le puso calificativos: Estúpido y cobarde. Y extendió su cólera al comité Ejecutivo Nacional de su Partido, el PAN: mentirosos y traidores. Era todo enojo e indignación, se decía amenazado y vulnerado … regresaría a casa a meditar unos días y después resolvería su futuro político.
Joaquín Díaz Mena, diputado federal y aspirante al Senado de la República, aceptó, al fin, ante lo irremediable, lo que muchos previmos y le advertimos: que la candidatura a senador sería para Paz y no para él, que de nada servirían las encuestan que lo ubicaban en primer lugar, que de nada serviría el trato que hiciera con Mauricio Vila porque la decisión de su Partido vendría del Centro y el Centro estaba comprometido con Paz.
Vila me traicionó, me dijo Huacho: Hace meses pactamos que el Estado seria para él y el Senado para mí; hicimos mancuerna y comenzamos a trabajar juntos, yo le daría los votos que nadie más puede darle en el interior del Estado, porque yo soy el panista más votado en la historia en Yucatán, me repetía una y otra vez el aspirante fracasado.
Y luego recordó: una vez don Víctor Cervera Pacheco me escuchó hablar en una reunión de pescadores y me llamó: muchacho tienes futuro. Desde entonces comencé a buscar una candidatura por el PRI, se me negó la primera vez y fui por la segunda, se me negó de nuevo y me pasé al PAN y gané la alcaldía de San Felipe.
Hoy Huacho se oye más enojado. La rueda de prensa que ofreció el jueves en esta ciudad no dejaba lugar a dudas, estaba herido pero, de verdad será tan inocente de no conocer al PAN, tan ignorante de no saber que en la política prevalen los intereses sobre acuerdos y amistades.
Y si ya lo hizo una vez, ¿no lo hará de nuevo? De verdad lo veremos pronto a las puertas de su casa en San Felipe con sus banderitas del PAN, resignado a su fracaso. O, como muchos suponen, sucumbirá al canto de las sirenas de Morena u otro partido, y desdeñará los millones que podría conseguir por postularse y arrebatarle algunos miles de votos.
¡Al tiempo! Los héroes o los idealistas son material fílmico.