Claroscuro, por: Francisco López Vargas.
Qué pase el desgraciado!!! Parece gritar Layda
Sansores en su Talk Show de los Martes del Jaguar donde ella, y sus patiños,
presumen vídeos y audios obtenidos ilegalmente y hacen apología del delito: en
política todo vale, todo sirve aunque sea ilegal.
La gobernadora dice que si es delito ella lo volvería
a cometer porque hay que combatir la corrupción y ella, hija de Carlos
Sansores, acusado de enriquecimiento desde el poder, trabaja con su ejemplo
para servir al pueblo de Campeche.
Los exabruptos de la gobernadora le llevan más allá de
su cargo: censura al fiscal Federal Gertz Manero, al que le reclama que le
pague a Ciro Gómez Leyva, periodista chayotero, para sostener su pretensión de
ser artista de cine.
A Gertz, en Morena, lo identifican como el actor Clint
Eastwood; algo así como le decían a Alan Ferguson (+) en Campeche, por su
parecido con ese actor que encarnó a Harry, el sucio.
Quienes dicen que la gobernadora no atiende el libreto
de su talk show, la conocen: ella habla y dice cosas que, para su desgracia,
igual que el presidente, la exhiben y ella misma se exhibe como una política no
solo disoluta en temas jurídicos sino en el ejercicio del poder.
No hay guión que respete ni a alguien que escuche
porque los periodistas “de todos modos dirán lo que quieran”.
Y al exhibir de nuevo, por quinta ocasión, audios de
conversaciones privadas obtenidas ilegalmente y que no sirven para configurar
jurídicamente la comisión de delitos, ella delinque y hace una apología de sus
infracciones legales, esas que el fiscal Especial de la FGR dijo que ya
investigan porque son delitos que se persiguen de oficio tanto grabarlas como
exhibirlas y hacerlas circular. Cómo diría su guía, ese que solo él gobierna:
tizna que algo queda.
Por alusiones personales, en su programa matutino del
miércoles en Radio Fórmula, Ciro Gómez Leyva describió a la actual gobernadora
de Campeche como una persona con vocación de comediante y a ese programa de
vodevil lo comparó con un talk show y, para reforzar su argumentación, expuso
que cuando termine su gestión ella bien puede sustituir a Laura Bozo y gritar
al empezar su show: “que pase el desgraciado”.
Ciro, cómo se ha expuesto en este espacio, expone que
a la titular del gobierno campechano todo lo que no le gusta o no le es útil lo
descalifica y, expone que el disgusto es por las descripciones que hizo Gertz
Manero sobre los audios filtrados de sus pláticas privadas y al seguimiento que
le da en su programa al tema y para lo que se invitó al fiscal especial que
lleva el caso y que expuso que hay una carpeta de investigación precisamente
por los audios y vídeos exhibidos por la gobernadora, en su calidad de
autoridad máxima de la entidad y que la investigación sacará a flote autorías y
responsabilidades.
Expone el comunicador que solicitó una entrevista con
la gobernadora Sansores y que ella se disculpó por no darla: “Por problemas de su
agenda muy apretada” en Campeche, donde por cierto ella está pocos días a la
semana.
Como expuso Salvador García Soto, en su columna de El
Universal, Layda será la ejecutora de Moreno Cárdenas precisamente porque no se
dobló y no validó la reforma eléctrica presentada por el presidente.
Según esa versión, la titular del Ejecutivo campechano
está autorizada a defenestrar a Moreno, aunque en el proceso viole la ley, algo
así como lo que hace el líder de Morena: demanda a los legisladores que les
negaron el voto sin importar que la ley los proteja y para eso fueron electos:
para votar o no las propuestas ya vengan del gobierno o no.
Al fin, lo que importa es exhibir a quienes ellos
llama traidores a la patria por no compartir la adoración ni las instrucciones
y deseos presidenciales.
De acuerdo con esa versión, que Moreno certificó con
un audio en el que Manuel Velasco lo pone sobre aviso de la amenaza presidencial
vía el secretario de Gobernación, el gobierno federal se irá con todo, a
“navaja limpia”, contra el ex gobernador campechano porque instruyó en asamblea
de su partido a los legisladores del daño que le haría a la población esa
reforma y acordaron votar en contra.
En este gobierno lo que importa es el poder,
conservarlo, mantenerlo así sea aliándose con el narco al que no solo justifica
sino que se le respeta y no se combate, porque López Obrador no es Felipe
Calderón, dice el principal argumento presidencial mientras las masacres en el
país rebasan a medio periodo de su gobierno el total que hubo en la
administración que él califica como la más nefasta por haberle robado la
elección en 2006.
Así, mientras se queja del despilfarro en medios de su
odiado enemigo, y le pregunta a un tal Alejandro cuánto le pagaban en ese
gobierno, y asegura que Alito controlaba a toda la prensa a punta de billetes,
se contradice y exhibe un audio donde se escucha al ex gobernador exponer que a
los periodistas no se les mata a balazos sino de hambre.
Sansores no tiene hoy relación con los medios,
argumenta que de todos modos dirán lo que quieran de su administración y
promete cárcel para el “desgraciado” al que pretende exhibir por las mismas
prácticas de las que se acusó a su difunto padre y a ella en los cargos que ha
desempeñado, el más reciente como alcaldesa de Álvaro Obregón.
Crispado el país, crispado Campeche, la nota que les
disgusta es la que refleja la realidad: una gobernadora sin proyecto mientras
Campeche se sume en el desván del desempleo, de la falta de crecimiento y en la
cima de la inflación, eso sí un primer o último lugar sobre todo el país,
detalles nimios por cuestión de enfoques.
