…era 29 de agosto y los niños pasarían la tarde con la tía… Se trataba de una mujer de alma sensible y poética, amante del guitarreo español y de los versos de Gerardo Diego, y en aquella ocasiòn entretuvo a los pequeños con los colores del verano…
Quería enseñarles a sentir, a vivir de verdad, a ver con la piel… El verano de últimos de agosto era dorado, con ese oro del sol que acaricia septiembre. Era azul, como el mar màs sereno, y plata, como las olas tranquilas que se rompían en olas más pequeñas… Era rojo…
Rojo puro, melocotones maduros en los árboles, era blanco por la belleza y la arena y las conchas, amarillo en el calor de los campos, rojo por los días apasionados de aventura y ocio, era bronceado, moreno… El color era intenso, puro, vivo…
Tras hablar a los chiquillos de los colores la mujer les puso a ver la corrida de toros… Y aplaudieron felices!
Dedicado a las personas que saben ver con la piel
Dedicado a la memoria de mi padre y a mi mamá, ellos contrajeron matrimonio un 29 de agosto
Dedicado a mi abuela y mi hermana
Dedicado a mi amiga Anya, de cumpleaños hoy
Dedicado a mi mago, que torea hoy
Dedicado a cada niño en los toros
Dedicado a Luisito, con mucho cariño