Sentir que Dios y la vida te han regalado un centenar de años. Años que han dejado un corazón generoso, una piel con arrugas. Las arrugas son los senderos del haber existido. Haber existido y haber sido de ley, de verdad, de nobleza. Nobleza hay en el gesto del abuelo: una mirada centenaria que se esconde la frescura de la hierbabuena…
Hierbabuena y limón: dos aromas que le encantan. Y café. Café después de comer y vino antes de comer: placeres sencillos. Lo sencillo es tan bonito… Bonito es escuchar la radio cada mañana, por ejemplo. Por ejemplo un programa de toros. Toros y toreros, le agrada escuchar lo que dicen de México, de Córdoba, de matadores de arte. Arte y alma: eso es el toreo!
Toreo! Si tienes cien años has visto muchas corridas. Corridas en Ronda, en Linares, en Málaga… emociones y sensaciones. Sensaciones como las que provoca la radio: esa voz susurrante, el imaginar.. imaginar tantos momentos. Momentos como los que él pasó, en familia, a la vera del aparato. Porque la familia es lo mejor y la radio es muy nuestra. Y lo nuestro se defiende!
Es un cuento para los abuelos y para la mía, mi fantástica abuela
Para la radio
Para mi amiga Isabel
Para el toreo y para los seres generosos que trabajan por y para el toreo
Para Luis
Para mis amigos Manuel y Belén
Mi querido Garret
Mi mago
Y las personas de ley
Y para la vida: se vive, se defiende y se agradece
Mi querido Garret
Mi mago
Y las personas de ley
Y para la vida: se vive, se defiende y se agradece